El Partido Socialista de Cataluña (PSC) ha logrado una contundente victoria en las elecciones celebradas este domingo, consolidándose como la primera fuerza política en la región y superando las expectativas previas. Con un aumento de 9 escaños con respecto a los comicios de 2021, los socialistas han conseguido 42 escaños, cerca de 900.000 votos y casi el 28% de los apoyos, situándose muy por delante de Junts, que ocupa el segundo lugar con 35 escaños.
Este triunfo del PSC marca un hito en la historia política catalana, ya que es la primera vez desde el inicio de la democracia que las fuerzas nacionalistas e independentistas no suman mayoría en el Parlament. Las fuerzas constitucionalistas, entre las que se incluyen el PSC, el PP, Vox y los Comunes-Sumar, suman 74 escaños, superando holgadamente la mayoría absoluta.
A pesar de esta victoria, la incertidumbre política persiste, ya que aún no se han concretado los apoyos que sostendrán al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. Tanto ERC como Junts, las principales fuerzas independentistas, deben definir su estrategia y postura ante el nuevo escenario político catalán.
Entre las posibles opciones se baraja la reedición de un acuerdo tripartito entre PSC, ERC y los Comunes-Sumar, que sumarían justo los 68 escaños necesarios para la mayoría absoluta. Sin embargo, ERC aún debe tomar una decisión al respecto. Otra opción que gana fuerza es que ERC permita la investidura de Salvador Illa, candidato del PSC, pero sin entrar a formar parte del gobierno.
Por su parte, Junts ha abierto los primeros contactos con ERC y ha expresado su intención de presentar la candidatura de Carles Puigdemont en el debate de investidura. La incertidumbre sobre los posibles pactos de gobierno y la viabilidad de la legislatura se mantiene, lo que podría llevar a un bloqueo político y a la repetición de elecciones.
Este resultado refuerza la figura de Pedro Sánchez y del PSOE, que por primera vez son la primera fuerza en votos y escaños en Cataluña desde 2003. Los socialistas consideran este triunfo como un aval a las políticas desplegadas por Sánchez en la región, desde los indultos a los condenados por el procés hasta la Ley de Amnistía que está a punto de ser aprobada definitivamente en el Parlamento.
A pesar de la incertidumbre política, Cataluña parece abrir un nuevo capítulo liderado por Salvador Illa, cuya campaña se centró en los problemas de la gente y trató de dejar de lado el debate sobre la independencia. Sin embargo, el futuro político de la región sigue siendo incierto, y será crucial ver cómo se desarrollan las negociaciones y los pactos en las próximas semanas.
