El panorama político español ha recibido un golpe inesperado con el anuncio de Íñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados y uno de los fundadores de Podemos, de abandonar la política. En una carta pública compartida a través de sus redes sociales, Errejón expone las razones detrás de su renuncia, mencionando el “desgaste” físico y mental que ha sufrido a lo largo de su carrera, así como una “contradicción entre el personaje y la persona” que lo ha llevado al límite.
Este anuncio llega acompañado de una creciente polémica, ya que en las últimas horas se han difundido acusaciones por violencia machista contra el dirigente, lo que ha generado un revuelo significativo en el ámbito político y mediático.
Desgaste físico y emocional: La renuncia de Errejón
En su carta de despedida, Íñigo Errejón reflexiona sobre una década en la primera línea de la política española, un tiempo que describe como “intenso y acelerado”. Errejón reconoce el privilegio de haber podido defender sus ideales, pero también subraya el impacto negativo que el ritmo de vida político ha tenido en su salud física, mental y emocional.
“El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional”, escribe Errejón, reconociendo la enorme presión a la que ha estado sometido. El dirigente admite que ha llegado al “límite de la contradicción entre el personaje y la persona”, una disyuntiva que lo ha llevado a alejarse de la política institucional para poder centrarse en su bienestar personal.
A lo largo de su misiva, el exlíder de Podemos expresa su agradecimiento a los compañeros y compañeras con quienes ha compartido su trayectoria política, pero también señala que la política institucional ha fomentado en él “una subjetividad tóxica”, agravada por el sistema patriarcal. Esta autocrítica parece estar vinculada con su visión de una política más humana y solidaria, en la que el comportamiento personal no debe contradecir las ideas defendidas en el ámbito público.
La polémica por las acusaciones de violencia machista
La renuncia de Errejón no puede analizarse sin tener en cuenta las acusaciones por violencia machista que han salido a la luz en las últimas horas. Tras el anuncio de su dimisión, la formación Sumar emitió un comunicado confirmando que se ha iniciado “un proceso para recabar información” sobre las acusaciones vertidas contra el político. La controversia se desató cuando la periodista Cristina Fallarás publicó en su cuenta de Instagram la denuncia anónima de una mujer que relataba haber sido víctima de violencia psicológica por parte de “un político muy conocido de Madrid”, a quien más tarde describió como “el indignado social” que “nunca saca la cabeza los días del 8M”, en clara referencia a Errejón.
Aunque gran parte del contenido de la denuncia fue posteriormente eliminado, la polémica ya estaba en marcha. A esto se suma una denuncia previa, hecha en junio de 2023, cuando otra mujer anónima acusó directamente a Errejón a través de Twitter de haberla acosado durante un encuentro en Madrid. Este mensaje también fue borrado, pero el eco de las acusaciones sigue resonando en el debate público.
Errejón no menciona explícitamente estas acusaciones en su carta, pero sí hace referencia a la “contradicción” entre su vida personal y su labor pública, un comentario que muchos interpretan como una alusión indirecta a las denuncias. En el texto, el exlíder de Sumar recalca la importancia de construir “nuevas formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas”, lo que puede interpretarse como una crítica a su propio comportamiento o como un llamamiento a la coherencia entre la vida privada y el activismo político.
La respuesta de Sumar y el futuro de la formación
Sumar, el partido con el que Errejón ha estado vinculado en los últimos años, ha aceptado su dimisión “de forma unánime”, según su propio comunicado oficial. La formación, liderada por Yolanda Díaz, reafirma en su nota su compromiso con una política feminista y asegura que seguirá investigando las acusaciones que han surgido contra el que hasta ahora era su portavoz en el Congreso.
Errejón ha destacado en su carta que espera que su decisión sirva para “contribuir a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan”. Su salida deja un vacío importante en Sumar, un partido que ha sido clave en el reordenamiento de la izquierda en España. El futuro de la formación queda ahora en manos de su equipo dirigente, que deberá enfrentar los desafíos que esta dimisión abrupta y la polémica que la rodea han generado.
