Carmen María Mohíno, la concejala de Cultura y Festejos de Miguelturra, ha presentado lo que será el primer gran acto del pre carnaval de 2025. El evento, que llevará el sello inconfundible de la “Chirigota del Bizcocho” con su espectáculo “La última y nos vamos”, se realizará en el emblemático Palacio de Carnaval de Miguelturra el sábado 25 de enero a las 19:00 horas.
Este espectáculo es fruto de la colaboración entre la Peña “Los Cansaliebres”, el Ayuntamiento de Miguelturra y la Diputación Provincial de Ciudad Real, quienes han unido esfuerzos para traer a la localidad una de las agrupaciones más solicitadas del panorama carnavalero. La presentación del evento tuvo lugar en el concesionario “Toyota Ciudad Real”, patrocinadores oficiales, donde Jesús Sánchez, en representación de la peña, acompañó a la concejala.
Carmen María Mohíno no pudo ocultar su entusiasmo al anunciar que, a una semana del evento, ya no quedan entradas disponibles. “Será un éxito asegurado”, declaró, agradeciendo el esfuerzo y la visión de todos los implicados, especialmente de “Los Cansaliebres”, pioneros en introducir estas grandes chirigotas en Miguelturra desde hace ya nueve ediciones.
La concejala también dedicó palabras de agradecimiento a las empresas locales y patrocinadores como Toyota, destacando su apoyo económico fundamental para la realización de estos eventos culturales. “Este respaldo nos permite no solo celebrar el carnaval, sino también revertir los beneficios en la localidad a través de premios y actividades adicionales“, añadió Mohíno.
Por su parte, Jesús Sánchez resaltó el entusiasmo general por el evento, mencionando que nunca antes las entradas se habían agotado con tanta antelación. “Este es un espectáculo muy esperado, y estamos seguros de que será una noche memorable”, comentó Sánchez, subrayando la importancia de este acto para la cultura local y el posicionamiento de Miguelturra como un referente en el ámbito del carnaval.
Este evento no solo promete ser un hito en el calendario cultural de Miguelturra, sino que también se perfila como un catalizador de la economía local, atrayendo a visitantes de toda la región y potenciando el comercio y la hostelería de la zona durante el fin de semana del carnaval.
