Almagro se convirtió este jueves en el centro político e hidráulico de Castilla-La Mancha. En el Silo de la localidad, el presidente regional Emiliano García-Page anunció de “forma oficial” el inicio del proyecto de abastecimiento de agua potable al Campo de Calatrava a través de la Tubería de la Llanura Manchega, una infraestructura largamente esperada que, según se comprometió, abastecerá de agua de calidad a más de 150.000 personas en municipios de la comarca, así como a Ciudad Real y Daimiel.
Un acto que ha tenido un marcado tono institucional, con la presencia de una nutrida representación municipal y autonómica, pero que no ha estado exento de polémica. Para muchos, incluido el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Almagro, este anuncio llegó con sabor a déjà vu: “no aportó nada nuevo”, afirman, más allá de confirmar lo que ya se había desbloqueado hace unos meses gracias al impulso del consorcio del agua y la presión ejercida por los alcaldes de la comarca ante el Gobierno central.
Un proyecto esperado, prometido… y finalmente desbloqueado
La infraestructura, que se había convertido en una especie de leyenda urbana política, ve por fin la luz tras más de diez años de anuncios y compromisos incumplidos. La clave, según reconocen incluso voces críticas, ha sido la liberación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de una inversión de 95 millones de euros, que permitirá poner en marcha las obras.
La actuación contempla la instalación de 67 kilómetros de tuberías de fundición de distintos diámetros, así como un completo sistema de válvulas, arquetas, caudalímetros, canalización de fibra óptica, acometidas eléctricas y conexión con los depósitos municipales.
La financiación se estructurará en un 65% a través de los fondos europeos FEDER (2021-2027), un 25% anticipado por ACUAES y el resto a cargo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que podrá recuperar el dinero en un plazo de hasta 25 años.
Francisco Ureña: “Hoy se asegura el agua y el futuro del Campo de Calatrava”
Durante su intervención, el alcalde de Almagro, Francisco Ureña, celebró el anuncio como una victoria colectiva:
“Hoy todos debemos estar satisfechos porque se nos garantiza un agua en cantidad y calidad, algo esencial en una tierra donde el agua es sinónimo de desarrollo sostenible”.
Ureña quiso también destacar el trabajo realizado por su antecesor, Daniel Reina, a quien reconoció su esfuerzo por defender el proyecto, incluso cuando tuvo que lidiar con resistencias internas dentro de su propio partido. Reina recibió un aplauso espontáneo del público presente en el silo.
La obra, motor de desarrollo y herramienta contra el cambio climático
El presidente Page calificó la actuación como “la principal obra hidráulica de toda la historia autonómica”, asegurando que simboliza “la constancia, la honestidad y la coherencia” de las instituciones castellano-manchegas.
“Es un día feliz, un símbolo de todo lo que ha costado llegar hasta aquí. Es una obra de justicia histórica”.
La consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, puso el foco en la colaboración institucional y en la importancia de esta obra para fomentar un modelo territorial equilibrado y una gestión sostenible del agua.
Además del beneficio directo para miles de hogares, la obra contribuirá a la recuperación de los acuíferos y al equilibrio hídrico de ecosistemas tan valiosos como las Tablas de Daimiel, enclavadas en el corazón de la Mancha Húmeda.
El calendario técnico: Licitación inminente, obras en 2026 y agua en 2028
El director técnico de Acuaes, Jerónimo Moreno, detalló que en tan solo mes y medio se ha pasado de la firma del convenio a la licitación de las obras, cuyo proceso de evaluación comenzará el 18 de julio. Se prevé que la adjudicación se anuncie en octubre, y si todo avanza conforme al calendario, las obras comenzarán en enero de 2026, con un plazo de ejecución de 30 meses.
El agua desde la Llanura Manchega, en ese caso, podría llegar a los grifos del Campo de Calatrava en verano de 2028.
El PP local tacha el acto de “mitin electoral” y reclama el mérito para el consorcio del agua y los alcaldes del Campo de Calatrava
Desde el Grupo Municipal Popular de Almagro, se acusó al presidente Page de querer “justificar la moción de censura” y “atribuirse méritos que no le corresponden”, recordando que el verdadero avance llegó hace unos meses con el desbloqueo de los fondos estatales gracias a la presión del consorcio del agua, en el que participan todos los alcaldes del Campo de Calatrava, independientemente de su color político.
“Llevan más de una década firmando acuerdos que no han cumplido. Esta vez, por fin, hay un primer paso real, pero no gracias al PSOE, sino al trabajo conjunto y al empuje de todos los alcaldes”.
También señalaron que ni Daniel Reina ni Paco Ureña han cumplido sus compromisos electorales:
“Reina prometió que el agua llegaría en la legislatura de 2019. Ureña lo repitió en 2023 sabiendo que era mentira. Ahora, tras dos años de gobierno, podemos decir que la próxima legislatura será la primera en que eso se haga realidad”.
Entre el progreso prometido y la batalla política
El anuncio en Almagro marca un punto de inflexión en la historia de un proyecto largamente demandado por la ciudadanía. La llegada del agua potable desde la Llanura Manchega representa una esperanza tangible para el desarrollo sostenible del Campo de Calatrava, pero también deja al descubierto las fracturas políticas y los intentos de capitalizar electoralmente una reivindicación que, según todos los actores, ha sido colectiva, transversal y tardía.
Ahora, queda por delante una larga carrera técnica y administrativa hasta ver correr el agua por las tuberías. Y con ella, la promesa —esta vez, parece que real— de un futuro más justo, seguro y sostenible para toda la comarca.