Mientras muchas comunidades autónomas mantenían los centros educativos abiertos pero sin clases, y otras como Castilla-La Mancha optaban por cerrar completamente los centros durante la mañana de este martes, Almagro ha dado una lección de compromiso y eficacia al garantizar la conciliación familiar a través de una acción urgente y bien coordinada.
Desde primeras horas del día, tras conocerse la decisión de la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha de suspender la actividad escolar, el Ayuntamiento de Almagro, a través de la Concejalía de Infancia, Juventud y Familia, activó un dispositivo especial para ofrecer a las familias una alternativa segura donde dejar a sus hijos mientras cumplían con sus obligaciones laborales.
En tiempo récord, el Pabellón José Manuel Roldán fue habilitado como espacio de acogida para los más pequeños. Allí, gracias a la entrega del personal municipal, alrededor de 30 familias pudieron dejar a sus hijos en manos de monitores cualificados, quienes no dudaron en responder al llamamiento del consistorio.
Eva Ortega, concejala del área, ha expresado públicamente su agradecimiento “a la entrega y predisposición de nuestros monitores, que una vez más han demostrado su compromiso sin dudarlo, haciendo que muchas familias hayan podido seguir adelante con su jornada. Estoy orgullosa del equipo humano que hay detrás”.
Este gesto cobra aún más valor en un momento de máxima confusión, cuando muchas familias se encontraron con la noticia del cierre escolar sin apenas margen para reorganizar su jornada.
Esta actuación no solo pone en valor la eficacia de la respuesta institucional ante imprevistos, sino también el compromiso del personal municipal y la importancia de contar con políticas públicas centradas en la conciliación familiar. Mientras se dirimen responsabilidades a nivel autonómico y estatal sobre el apagón, Almagro ha hecho lo que mejor sabe: cuidar de los suyos.
