El pasado sábado, la Plaza Mayor de Almagro se convirtió en un escenario de solidaridad, cuando un grupo de almagreños se congregó junto a la escultura de Diego de Almagro para alzar su voz enérgica contra las guerras que afligen a diversas partes del mundo. En particular, expresaron su profunda preocupación por el conflicto en la franja de Gaza y las agresiones sufridas por el pueblo palestino.
La iniciativa ciudadana, marcada por la diversidad de colectivos y sensibilidades, reflejó una unión en torno a valores fundamentales: la defensa de la paz, la cultura y los derechos humanos. Más allá de las diferencias individuales, los participantes compartieron una convicción común: la violencia nunca puede ser la respuesta a los conflictos entre naciones.
En un contexto global donde las tensiones y los conflictos armados se multiplican, desde la guerra en Ucrania hasta la escalada de violencia en Gaza, estos vecinos de Almagro han levantado la voz para denunciar la espiral destructiva de la guerra y la carrera armamentística que amenaza la estabilidad mundial.
El evento no solo fue una manifestación de repudio a la violencia, sino también un llamamiento a la reflexión y la acción. Los ciudadanos instaron a buscar soluciones pacíficas a los conflictos, promoviendo el diálogo y la cooperación internacional como herramientas esenciales para construir un mundo más justo y seguro.
