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viernes, junio 6, 2025

Leire Díez: “Ni fontanera ni cobarde, mi trabajo es un libro de investigación”

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La exmilitante del PSOE, Leire Díez, ha irrumpido en la escena mediática con una declaración explosiva que busca desvincularla del controvertido escándalo de los audios filtrados y, a la vez, presentarse como una periodista de investigación en busca de la verdad. En una comparecencia marcada por la tensión y un epílogo aún más dramático con la irrupción de Víctor de Aldama, Díez ha defendido que las grabaciones en las que se la escucha intentando obtener información comprometida contra altos funcionarios públicos forman parte de un “trabajo de investigación” para un futuro libro, negando rotundamente haber actuado en nombre del Partido Socialista.

Una comparecencia inédita y un mensaje claro: “Ni fontanera ni cobarde”

La expectación era máxima en el Hotel Novotel de Madrid, donde Leire Díez convocó a los medios de comunicación a las 10:00 horas de este miércoles. En un gesto inusual, llegó más de media hora antes, permaneciendo en silencio y posando ante las cámaras, aumentando el misterio en torno a su declaración. Un día después de haberse dado de baja como afiliada del PSOE tras su reunión en Ferraz con los servicios jurídicos del partido, Díez rompió su silencio para desgranar su versión de los hechos.

“Deseo dejar claro que mi trabajo es mi trabajo, y en ningún caso lo he llevado a cabo en nombre de nadie ni en representación de nadie. Y lo voy a repetir las veces que haga falta. De nadie ni de representación de nadie. Ni soy empleada pública ni tengo ningún cargo en el PSOE”, afirmó con contundencia. La ya exmilitante socialista, conocida en algunos círculos como la ‘fontanera’ del PSOE, rechazó este apodo con vehemencia: “Ni fontanera ni cobarde”.

Díez, licenciada en Ciencias Sociales y de la Información, insistió en su faceta periodística, argumentando que “se puede ser militante y socialista” y, a la vez, realizar un trabajo de investigación. Explicó que lleva años desarrollando este libro sobre “los estragos del falso patriotismo” y la “trama de los hidrocarburos”, que ha abordado casos como la “Kitchen”, la “policía patriótica” u “Operación Cataluña”. Admitió, eso sí, haber puesto más “entusiasmo” en los casos que afectaban al PSOE, reconociendo que su interés en el partido era un factor.

Los audios: ¿Investigación periodística o tráfico de influencias?

El epicentro de la polémica reside en los audios filtrados en los que Leire Díez supuestamente ofrecía tratos de favor con la Administración a empresarios y abogados a cambio de información comprometedora sobre altos mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y, al menos, un fiscal. Díez ha defendido que su participación activa en esas reuniones tenía como objetivo “confirmar la información que había obtenido sobre la relación de afectados por la causa con algunos servidores públicos”.

“Puse encima de la mesa las posibilidades que existen en nuestro ordenamiento. No comprometí ningún comportamiento de ningún servidor público, de eso estoy absolutamente tranquila, ni fiscales ni de nadie, solo propuse esa posibilidad que siempre está abierta”, manifestó. Atribuyó cualquier “mala interpretación” a una posible equivocación en su formulación y subrayó que cualquier relación con la Fiscalía correspondería a los abogados de los implicados, y no a ella.

La exmilitante también arremetió contra la difusión de los audios, calificándola de “grabación ilegal” y “filtración calculada y prefabricada”. Cuestionó la doble vara de medir en las investigaciones de filtraciones, señalando que “curiosamente, solo se investiga, parece ser, últimamente, las filtraciones al fiscal general del Estado y no a las filtraciones que padecemos los demás”.

La baja voluntaria y el fin del expediente en Ferraz

El timing de la declaración de Leire Díez no es casual. Su comparecencia se produce un día después de que solicitara su baja voluntaria como afiliada del PSOE. Esta decisión, que tiene un efecto inmediato, es crucial: al no ser ya militante, el partido no podrá tomar ninguna medida disciplinaria contra ella, y el expediente informativo interno que había abierto el PSOE para aclarar su papel en las reuniones queda sin recorrido.

Díez aseguró que fue ella quien solicitó su baja voluntaria para “poder atender a todo el mundo y hablar de lo que ha pasado durante la semana pasada”, buscando así una libertad total para expresarse. Esta “baja temporal”, como ella la definió, marca un antes y un después en su relación con el partido de Pedro Sánchez, al que ha insistido en que su trabajo no buscaba “salvar” a nadie, sino solo arrojar luz sobre temas de interés público.

El clímax: La inesperada irrupción de Víctor de Aldama

Cuando Leire Díez finalizaba su intervención, el ambiente en la sala se volvió aún más tenso con la inesperada aparición de Víctor de Aldama, empresario vinculado a otras tramas y que también fue mencionado en algunos de los audios. Aldama se acercó a Díez gritando: “¡Por qué no dices la verdad!”.

La situación se descontroló. Leire Díez tuvo que salir del lugar escoltada por Javier Pérez Dolset, empresario también presente, quien empujó a Aldama para alejarlo. El incidente no terminó ahí; ya en los pasillos del hotel, un visiblemente alterado Aldama añadió: “Se van a enterar esta, Santos Cerdán y el presidente del Gobierno de lo que va a salir”. Unas palabras que sugieren nuevas revelaciones y que elevan la tensión en un caso que ya ha sacudido al panorama político español.

La comparecencia de Leire Díez, más allá de la defensa de su tesis como periodista de investigación, ha dejado un reguero de interrogantes y ha abierto nuevos frentes en un escándalo que promete seguir generando titulares. La sombra de la duda planea sobre la verdadera naturaleza de los audios y las implicaciones que podrían tener para el PSOE y el Gobierno. La historia de la ‘fontanera’ que no es ‘fontanera’ ni ‘cobarde’ parece estar lejos de su capítulo final.

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