Almagro Noticias.- Este lunes comenzó la visita evaluadora de la UNESCO para valorar la posible declaración del Proyecto ‘Geoparque Volcanes del Campo de Calatrava, Ciudad Real’ como Patrimonio de la UNESCO. La institución internacional está representada por dos inspectoras, la irlandesa Martina O*Neill y la noruega Cristin Ranger que están conociendo los diferentes lugares y municipios que conforman este proyecto, recorriendo la historia volcánica de la provincia de Ciudad Real viajando por Almadén, Puertollano y el Campo de Calatrava.
Precisamente a su llegada al Campo de Calatrava en su tercera jornada evaluadora, las dos inspectoras acompañadas de parte del equipo que trabaja por conseguir la declaración de la UNESCO, hicieron una parada para conocer Almagro, sus principales monumentos y también su relación con las piedras volcánicas.
El alcalde, Francisco Javier Núñez, fue el encargado de dar la bienvenida a las dos inspectoras. Acompañó en su visita por la ciudad en la que tuvo tres principales paradas: el Museo Nacional del Teatro, el Corral de Comedias y la iglesia de San Agustín.
Sobre el geoparque
La Diputación Provincial de Ciudad Real presentó en 2022 la candidatura de la calificación a la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO. Este mismo organismo, en noviembre del año pasado emitió una carta de apoyo de esta comisión a la UNESCO para la candidatura del proyecto.
El proyecto Geoparque “Volcanes de Calatrava. Ciudad Real” se extiende por 4.832 kilómetros cuadrados y se enfoca en tres eventos geológicos clave. Almadén, una erupción volcánica hace 450 millones de años condujo a la mineralización del mercurio y representó una riqueza vital para la economía del territorio. Puertollano, con erupciones volcánicas que fosilizaron la vegetación y vertebrados, de manera similar a Pompeya, dando origen a la aparición paleobotánica del carbón. Y el Campo de Calatrava que alberga vestigios volcánicos neógenos de hace 7,5 millones de años, manifestados en maares, baños, hervideros y fuentes agrias, como testimonio de erupciones pasadas.
La evaluación, llevada a cabo por la UNESCO, culminará en un informe no vinculante pero influyente que guiará la declaración final, que se espera para finales de 2023 o principios de 2024.