La Feria de Puertollano ha concluido con un balance positivo y una atmósfera festiva que ha deleitado a los residentes locales y visitantes por igual. El concejal de festejos, Juan Sebastián López Berdonces, ha enfatizado el cumplimiento exitoso de los objetivos establecidos, subrayando la ausencia de incidentes a lo largo de los diez días de festividades.
El evento, que contó con una renovada programación y nuevos espacios de casetas, fue un punto culminante en la agenda cultural de la ciudad. López Berdonces destacó la alta participación y el ambiente festivo que caracterizó el último fin de semana, en el que la feria estuvo abarrotada de público, demostrando el éxito de la iniciativa.
Uno de los aspectos más destacados fue la presencia significativa de personas de mediana edad, quienes disfrutaron del nuevo espacio de casetas con una barra de 150 metros, que se convirtió en un punto de encuentro comunitario animado por música variada para todos los gustos.
La concejalía de festejos buscaba modernizar y diversificar el modelo tradicional de la feria, extendiéndola a lo largo de diez días en lugar de dos fines de semana, y haciéndola accesible para todas las edades y grupos demográficos.
La feria se inició con el brillante pregón de Manuel Juliá y continuó con una serie de eventos culturales y de entretenimiento, incluyendo actuaciones musicales y folklóricas que atrajeron a una audiencia entusiasta. Además, la plaza de toros se convirtió en un punto focal, albergando un concierto de Ana Mena y festejos taurinos de gran nivel.
Aunque la feria no estuvo exenta de desafíos, como problemas de suministro eléctrico que casi impidieron su inicio, el alcalde, Miguel Ángel Ruiz, ha prometido tomar medidas para evitar que tales inconvenientes no se repitan en el futuro.
En última instancia, López Berdonces agradeció a todos los involucrados en el éxito de la feria, desde los feriantes hasta las fuerzas de seguridad y el público en general, destacando el papel crucial que desempeñaron en hacer de esta edición un evento inolvidable y lleno de alegría.