El presidente del Partido Popular (PP) de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, inauguró este domingo la nueva sede local del partido en Almagro, respaldando públicamente al alcalde Francisco Javier Núñez y anunciando una ofensiva parlamentaria contra los aranceles impuestos por el gobierno de Donald Trump, que amenazan la economía regional.
Inauguración y respaldo al alcalde
Desde la emblemática Plaza Mayor de Almagro, Núñez subrayó la importancia de abrir un “espacio de encuentro con los ciudadanos” en un lugar céntrico, reforzando la imagen de un PP “pegado a la calle”. Sin embargo, el eje central de su discurso fue el apoyo inquebrantable al alcalde Francisco Javier Núñez, cuyas decisiones polémicas fueron calificadas como “valientes” y “en defensa del interés general”. “Las decisiones de Fran son las del PP. Cuenta con nuestra lealtad”, afirmó, en un claro mensaje de cohesión interna frente a las tensiones locales desatadas en las últimas fechas en el consistorio almagreño.
Ataque a los aranceles de Trump y llamamiento a la acción
Núñez dedicó gran parte de su intervención a la crisis arancelaria desatada por Estados Unidos, tildando las medidas de Trump de “ataque” a los intereses de Castilla-La Mancha. “Ser un verdadero patriota es defender nuestro campo, nuestra industria y a quienes generan empleo”, declaró, anunciando la creación de una comisión parlamentaria en las Cortes regionales para analizar el impacto de los aranceles en agricultura, ganadería e industria. La iniciativa, según él, contará con el respaldo de Vox y el PSOE, aunque no mencionó acuerdos concretos.
Crítica al gobierno socialista y al “kilómetro cero fiscal”
El líder popular cargó contra la gestión del gobierno regional socialista, denunciando una sanidad “obsoleta”, la falta de agua en La Mancha tras “40 años de inacción” y una presión fiscal que sitúa a Castilla-La Mancha como una de las comunidades “más castigadas”. “Necesitamos un cambio urgente: que Feijóo llegue a La Moncloa y el PP gobierne aquí, en Castilla-La Mancha”, sentenció, vinculando el futuro local de Almagro —donde aspiran a lograr mayoría absoluta en dos años— con un proyecto nacional de alternancia.
Movilización de bases y apuesta por lo rural
En un guiño a las bases, Núñez destacó el papel de las juntas locales como “fortaleza” del partido y pidió ayuda para transmitir el mensaje de “cambio”. Citó la figura de la presidenta local del PP en Almagro, Marta Rivero —con 20 años de trayectoria— como ejemplo de militancia “valiente”. Además, conectó la defensa del campo con la identidad española: “Levantar la bandera del PP es levantar la de España en cada pueblo”.
Un PP en modo ofensiva
El acto reflejó una estrategia dual: consolidar el poder municipal en plena tensión política y capitalizar el descontento del sector agroindustrial frente a Trump. Con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas y generales, Núñez selló su discurso con un llamamiento a la “ambición”: “Si trabajamos unidos, somos imparables”.
