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miércoles, marzo 26, 2025

Calzada de Calatrava: El simposio que desveló los secretos milenarios de los “Armaos” del Campo de Calatrava

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En el corazón de la comarca del Campo de Calatrava, la localidad de Calzada de Calatrava se ha erigido como el epicentro de un debate histórico y antropológico sin precedentes. El reciente simposio “Representación, simbolismo y significado social de los Armaos” reunió a expertos para analizar a estas compañías de soldados romanos, cuya presencia en las procesiones de Semana Santa ha fascinado a generaciones. ¿Qué representan sus armaduras, danzas y rituales centenarios?

De las Hermandades de Ánimas al Siglo XIX: Un viaje en el tiempo

José Ramón Fernández, historiador del arte, desentrañó los orígenes de los ‘Armaos’, vinculándolos con las Hermandades de la Veracruz y de Ánimas del siglo XVII. Estas cofradías, dedicadas a acompañar a los condenados a muerte, evolucionaron en el siglo XIX hacia las “soldadescas”, figuras clave para enseñar la Pasión de Cristo en una sociedad analfabeta. “Eran una herramienta catequética viviente”, explicó Fernández, destacando cómo su indumentaria y dramatizaciones convertían los evangelios en un espectáculo visual.

La danza del Caracol: ¿Un legado griego y romano?

Uno de los momentos más reveladores del simposio fue la intervención del etnógrafo Juan Jordán Montés, quien sorprendió al vincular la danza del caracol de los ‘Armaos’ con rituales antiguos. “Su movimiento en espiral evoca los geranos griegos y los ludus troianus romanos, danzas que simbolizaban el caos y el orden”, afirmó. Esta teoría sugiere que la tradición podría ser un vestigio de culturas clásicas, adaptado al cristianismo.

Simbolismo y poder social: Los ‘Armaos’ como espejo de una sociedad

Salvador Rodríguez Becerra, catedrático de Antropología de la Universidad de Sevilla, enfatizó el papel social de los ‘Armaos’: “No son solo actores religiosos, sino custodios de la identidad colectiva”. Su análisis reveló cómo estas figuras reflejan jerarquías locales, cohesionan familias y proyectan orgullo patrio mediante símbolos como la Cruz de Calatrava o el águila bicéfala en sus armaduras.

Artesanía en peligro: El acero que forja la tradición

Detrás de cada armadura reluciente hay horas de trabajo en el taller de Lorenzo Ruiz Trujillo, maestro herrero con 15 años de oficio. “Cada pieza se ajusta al cuerpo como un guante, usando técnicas que aprendí de los mayores”, relata. Sin embargo, Ruiz alerta: “Los jóvenes prefieren trabajos menos arduos. Si no formamos aprendices, este arte desaparecerá”. Pese a ello, su taller sigue produciendo cascos con 33 cintas (una por cada año de Cristo) y fajines bordados a mano, manteniendo viva una herencia que data de 1882, cuando la Hermandad de Jesús Nazareno compró sus primeras lanzas.

Instrucción y Pasión: La preparación de los soldados de Cristo

Cada Cuaresma, más de 400 miembros de la Asociación Cultural Armaos inician su entrenamiento. “Practicamos marchas al ritmo del tambor y ensayamos el Vendimiento y el Prendimiento”, explica Adolfo Camacho Ríos, presidente de la asociación. Estos actos, que recrean la traición de Judas y el arresto de Jesús, requieren precisión militar y devoción. “No es un disfraz: es un legado que llevamos en la sangre”, afirma María Pilar Ruiz García, cuya familia participa desde tres generaciones.

¿Hacia un reconocimiento mundial? El futuro de los ‘Armaos’

El simposio concluyó con una mesa redonda moderada por la periodista María Teresa Rodado, donde se debatió cómo preservar la tradición ante la globalización. Luis Ramón Mohíno, alcalde de Miguelturra, abogó por impulsar su candidatura como Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. Mientras, los ‘Armaos’ siguen desfilando con sus picas al amanecer, fusionando fe, historia y arte. Como resume Camacho Ríos: “Somos eslabones de una cadena que no debe romperse”.

Más que una procesión, un viaje al alma colectiva

Los ‘Armaos’ no solo encarnan a soldados romanos: son testigos de siglos de historia, artífices de una artesanía única y símbolo de resistencia cultural. En cada paso que dan, resuena el eco de griegos, romanos y hermandades medievales, tejiendo un puente entre el pasado y el futuro. Calzada de Calatrava, con su simposio y sus armaduras brillantes, ha demostrado que algunas tradiciones no se guardan en museos: se viven, se sudan y se transmiten con orgullo.

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