El servicio ha dejado de prestarse desde este primero de enero y en su lugar se ha dispuesto de una máquina expendedora de billetes. Así mismo la compra de pasajes podrá realizarse también en las oficinas de Correos y a través de internet
Almagro Noticias.- A primeros de este año los puntos físicos de venta de billetes en las estaciones con menos pasajeros han sido cerrados y sustituidos por máquinas de autoventa. Entre estas estaciones se encuentra la de la localidad de Almagro que, junto con más de un centenar de pequeñas estaciones de tren de la red ferroviaria española han echado el cierre a sus puntos físicos de venta de billetes a los viajeros.
En Castilla La Mancha han sido 14 estaciones, Almadén, Campo de Criptana, Illescas, La Roda, Oropesa de Toledo, Torrijos, Carboneras de Guadazaón, Cuenca, Hellín, Huete, Tarancón. En Almagro, Manzanares, Santa Cruz de Múdela ya hay máquinas de autoventa.
Según fuentes de la compañía, esto responde a un plan de actuación en el que “solamente se dispondrá de venta presencial en aquellas estaciones que dispongan, con carácter general, de un tráfico superior a los 100 viajeros diarios”. El resto contará con máquinas expendedoras en la propia estación, además de contar con la posibilidad de comprar los billetes a través de renfe.com,la app “Renfe Ticket”, la compra telefónica, a través de los interventores a bordo de los trenes, o en las oficinas de Correos.
Esta medida de la companía ha sido criticada con dureza por el sindicatos. Por su parte CCOO ha alertado de que “la supresión del servicio de venta de billetes en las estaciones supone un retroceso, un varapalo. Y, lo que es peor, un síntoma más de la decisión de apostar únicamente por el tren de alta velocidad y por las estaciones de las grandes ciudades que proveen muchos pasajeros; olvidando el tren convencional y degradando o suprimiendo el servicio al mundo rural y a quienes lo habitan”.
“La venta e información presencial al público en las estaciones es un servicio que se debe mantener. Responde a una demanda ciudadana que no pueden satisfacer ni las máquinas auto-venta, que son poco operativas, sufren múltiples averías y no admiten todas las tarifas; ni la venta on-line, inadecuada e incluso inaccesible para muchas de las personas que utilizan estos servicios”, ha añadido CCOO.
Considera, igualmente, que “esta medida es una vuelta de tuerca más en el abandono de la líneas de ferrocarril convencionales, huérfanas de inversiones para modernización y mejora, carentes de mantenimiento de la infraestructura, dotadas con trenes obsoletos y y con pocos y malos servicios”. “El siguiente paso será cerrar estaciones dejándolas sin ningún personal”, han advertido.
Dicho esto, CCOO ha insistido en que el ferrocarril convencional es imprescindible, un elemento clave como vertebrador del territorio por su accesibilidad, por su baja siniestralidad, por sus ventajas ecológicas innegables e imprescindibles frente al cambio climático, y por ello “debe ser considerado un servicio público encargado de garantizar la movilidad de todas las personas, no solo de las que habitan en las grandes ciudades”.