Parte de la obra del arrobeño José Ortega se expone en la Galería Fúcares de Almagro desde este 17 de enero hasta el próximo 24 de marzo. Pinturas, grabados, gouaches de este artista que murió en el exilio en París el 24 de diciembre de 1.990, donde dejó gran parte de su obra.
Almagro Noticias.- La Galería Fúcares de Almagro nos presentará a partir de este 17 de enero parte de la obra del artísta natural de Arroba de los Montes, que estará conformada por pinturas, grabados y gouaches, y que estarán expuestas hasta el próximo día 24 de marzo.
“La tarea de Ortega como artista es la tarea de un hombre que busca solución a su propia lucha con la tierra.
Se que el pintor almacenaba en su menesteroso taller talismanes campesinos: cardos de Peñarroya, pedernales de Almendralejo, espigas de donde él nació, de Arroba de los Montes, lentiscos de Ronda, cuarzos tolerados, hojas de esparto de Mojacar. Ortega ha utilizado esos exvotos ibéricos como un filtro que aún podía hacer más justa y objetiva su plástica, humanizada representación de la desamparada tierra.
Si pienso ahora que Ortega ha interpretado con una magistral certidumbre la realidad física e histórica del campo es precisamente porque también pienso que y su hombría proceden de un mismo embrión campesino. De esa rigurosa coherencia entre su oficio de pintor y su profesión de hombre, se deriva una de las más útiles y fecundas lecciones del arte español contemporáneo.
La pintura de Ortega se ha realizado porque también se ha realizado su intrépido, doloroso, ejemplar programa de vida.” Así se expresaba sobre el artísta, José M. Caballero Bonald, en uno de sus libros.
Un artísta ciudadrealeño que murió en el exilio en París
El pintor manchego nació en Arroba de los Montes (Ciudad Real) en 1921, pero a los ocho años se trasladó a Madrid. Vivió en el barrio de las Delicias, y, según comentó en una ocasión, ya a los 13 años hacía pintadas en los muros. Apenas acabada la guerra civil su padre ingresó en prisión, y en 1947, después de salir su padre, es encarcelado él por motivos políticos. En la prisión empezó realmente su preparación como pintor, y al salir de allí, en 1952, recibe una beca del Gobierno francés para estudiar en París. A su vuelta a Madrid se reúne con un grupo de artistas, poetas e intelectuales en una especie de movimiento que propugna un realismo social del arte. Se interesa particularmente por el grabado y en 1958 crea el grupo Estampa Popular, que indaga en la expresión realista, a pesar de encontrarse en plena eclosión del arte abstracto.
Los temas políticos ocuparon buena parte de su obra. Fue militante comunista, pero su visión del realismo socialista fue siempre muy crítica. “El realismo socialista es un término tan usado que no se sabe bien qué significa. Yo he luchado seriamente contra el academicismo realsocialista, y creo que es historia”, dijo en una entrevista.
En 1960 se inicia para él una etapa decisiva en su vida. Comienza el exilio y recorre China y Oriente aprendiendo diversas técnicas y tradiciones antiguas de grabado. Luego vienen unos años en Francia y finalmente en Italia. Regresó a España en 1977, al día siguiente de recibir el pasaporte español.
La polémica acompañó sus primeras exposiciones del retorno a España, en una época inicial de la transición a la democracia en la que no se quería “herir susceptibilidades” y que le valió la prohibición de varias de sus obras preparadas para una antológica en su tierra natal.
Volvió a Italia y residió en su casa de campo de Bosco (Salerno), al sur de Italia, además de mantener su taller en París.
Ortega había sufrido una cirrosis, y la familia pensó que se trataba de una recaída al ingresarlo en el hospital Lavoisier, de París. Allí le detectaron un cáncer de hígado, que terminó con su vida la noche del 24 de diciembre de 1.990. Fue enterrado en París, en el cementerio de Montmartre.