Corrida de Ferias en el Coso de “La Cuerda” con Padilla, “Paquirri” y López Simón, con toros muy desiguales de la ganadería “Camino de Santiago” y dos del “Ventorrillo”, que aburrió al público y que solamente el diestro de Barajas puso el toreo sobre el albero.
Almagro Noticias.- Desiguales reses las presentadas por la ganadería “Camino de Santiago” para la corrida de ferias de Almagro, donde puso sobre el albero cuatro reses para los espadas, Juan José Padilla, Francisco Rivera “Paquirri” y López Simón. Toros nobles pero faltos de fondo, que se suplementaron con dos de la ganadería del “Ventorillo” (cuarto y quinto).
Ciento setenta y dos años cumplía ayer la Plaza de Toros de Almagro, donde se guardó un minuto de silencio al término del paseillo por el fallecimiento de uno de los mulilleros de la plaza, registrando algo menos de media entrada, y siendo retransmitida la lidia por las cámaras de la televisión autonómica.
Juan José Padilla, estuvo en su línea frente al primero, fácil, de pocas sutilezas ante una res anodina que le dejó hacer, y que solamente destacó la estocada entera final, lo que le valió el reconocimiento de una oreja por parte del respetable y que finalmente concedió la presidencia. Incómodo en su segundo al que no dió coba y despachó con celeridad, lo que le sirvió de algunos pitos del tendido, terminando con algunas palmas.
Por su parte Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri”, en lo que sería su despedida de la afición manchega, recibió varios brindis de sus compañeros de terna ante su despedida de los ruedos, que será para el próximo 2 de septiembre, estuvo soso en su primero de la tarde, al que le faltó emoción y poco toreo, para terminar con el de un pinchazo y dos descabellos lo que le valió el silencio del respetable. En su segundo, más de lo mismo aunque el tendido valoró las verónicas de recibimiento, y tras una faena aburrida ante un encastado toro, mató de media estocada que le sirvió para que el público pidera con una mínima insistencia la oreja que finalmente le concedio el palco presidencial.
El diestro de Barajas, Alberto López Simón, estuvo voluntarioso y su actuación fue lo más destacado de una tarde de poco toreo, sobre todo en su primero al que le arrancó varios naturales ante su lentitud y parones, encandenando varios muletazos que con media estocada le valió la oreja a su faena. En el segundo de su lote, de mayor presencia aunque blando, puso su empeño y valía hasta que la res se desfondó del todo por lo que optó por el estoque, que tras cinco pinchazos desafortunados desarboló toda recompensa tras el primer aviso de la presidencia.