Almagro se vistió de gala este fin de semana para celebrar no solo sus tradicionales Ferias y Fiestas, sino también el 650 aniversario de la concesión del privilegio para celebrar estas festividades, un hito que ha marcado la historia y la identidad de la villa. En este marco, el vicepresidente del área de Organización Interna de la Diputación de Ciudad Real, Adrián Fernández, acudió al gran festejo taurino, reafirmando el firme apoyo de la institución al sector taurino, considerado un pilar esencial del patrimonio cultural español.
El evento taurino, que contó con la participación de figuras de renombre como José María Manzanares, Andrés Roca Rey y Sebastián Castella, congregó a una multitud en la histórica plaza de toros de Almagro. La presencia de Fernández, junto al alcalde de Almagro, Francisco Javier Núñez Ruiz, y al alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, subrayó la relevancia de este festejo en el contexto de las celebraciones por el aniversario de la villa.
Durante su intervención, Adrián Fernández destacó la importancia de proteger y perpetuar la Fiesta Nacional, no solo como un espectáculo, sino como un valor identitario y un legado cultural que debe ser preservado. En su discurso, el vicepresidente reafirmó el compromiso de la Diputación de Ciudad Real, liderada por Miguel Ángel Valverde, en la promoción del sector taurino, con especial énfasis en apoyar a los toreros de la región y en fomentar las escuelas taurinas, que son el semillero de futuras figuras del toreo.
La corrida de toros fue un éxito rotundo, consolidando a Almagro como un referente en la organización de festejos taurinos de primer nivel. Este gran evento no solo fue una muestra del arraigo de la tradición taurina en la provincia, sino también un homenaje a los 650 años de historia que han forjado el carácter y la cultura de Almagro.
El festejo de este año ha sido una celebración no solo de la tauromaquia, sino de la historia y el patrimonio de una villa que sigue mirando al futuro sin olvidar sus raíces. Con el respaldo institucional y la pasión de su gente, Almagro continúa escribiendo nuevas páginas en la rica historia de sus ferias, manteniendo viva la llama de una tradición que es, sin duda, parte esencial de la identidad cultural de Castilla-La Mancha.