La construcción del futuro aeropuerto de Ciudad Real ha despertado la preocupación de los grupos ecologistas, que han advertido sobre el impacto que esta infraestructura podría tener en una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el Campo de Calatrava. Ayer, durante el Día Internacional de las Aves, 46 representantes de diversas organizaciones ecologistas se congregaron en los terrenos destinados para la construcción del aeropuerto, con el fin de observar y proteger las especies que habitan en la zona y manifestar su rechazo al proyecto.
Una zona protegida bajo investigación de la UE
La protesta se enmarca en un contexto de incertidumbre, ya que la Unión Europea (UE) ha iniciado un estudio y una investigación sobre la idoneidad de los terrenos seleccionados para el aeropuerto, según informó Pedro Antonio Fuentes, portavoz de Ecologistas en Acción en Miguelturra. La preocupación central de los ecologistas radica en que estos terrenos se encuentran dentro de una ZEPA, un área protegida por las normativas de conservación de hábitats y especies de la Unión Europea. Este hecho ha paralizado momentáneamente el desarrollo del proyecto, ya que las aves de la zona están legalmente protegidas.
Fuentes explicó que la queja presentada por los grupos ecologistas fue aceptada por la UE hace dos meses y desde entonces se está investigando el impacto que tendría el aeropuerto en la biodiversidad de la región. “La construcción del aeropuerto podría verse paralizada si la Unión Europea determina que el daño ecológico es irreversible”, señaló Fuentes. Esta decisión podría influir en la llegada de fondos europeos, indispensables para llevar a cabo la construcción.
Afectación a especies en peligro de extinción
Entre las especies que habitan la zona y que están en riesgo por la posible construcción, se encuentran avutardas, alondras, cernícalos y diversas rapaces, algunas de ellas catalogadas como especies en peligro de extinción. Tanto Ecologistas en Acción como SEO-Birdlife recalcaron que la construcción del aeropuerto supondría la “destrucción” de un ecosistema único que ha sido preservado durante años, y que su desaparición afectaría no solo a la fauna local, sino también a las aves migratorias que usan este espacio como hábitat temporal.
Rafael Gonsálvez, representante de la asociación ecologista “Cabañeros”, criticó duramente el proyecto, subrayando que la Sociedad Aeropuerto Ciudad Real, promotora del aeródromo, aún no ha completado los estudios de impacto medioambiental preceptivos ni ha adquirido los terrenos necesarios. “Este mes se cumple el plazo para la opción de compra de los terrenos, pero si no los adquieren antes de la fecha límite, el proyecto podría complicarse aún más”, advirtió Gonsálvez.
Alternativas ignoradas y críticas a los promotores
Los ecologistas han planteado alternativas a la ubicación actual, sugiriendo terrenos en la zona de Torralba de Calatrava, que no tienen la misma protección ambiental. Sin embargo, estas propuestas han sido desestimadas por los promotores del aeropuerto, quienes insisten en que la ubicación entre los municipios de Ballesteros de Calatrava y Villar del Pozo es la más adecuada. “No entendemos por qué no se ha considerado nuestra alternativa, que ofrece un menor impacto ambiental”, añadió Gonsálvez.
Durante la jornada de protesta, los ecologistas desplegaron pancartas acusando a los principales responsables del proyecto, Juan Antonio León-Triviño y José Cano, de desatender la protección del medioambiente y las aves. Además, señalaron al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, y a su vicepresidente, José María Barreda, como cómplices por permitir que el proyecto avance a pesar de las advertencias medioambientales.
Desarrollo sostenible vs crecimiento económico
El debate sobre el aeropuerto de Ciudad Real no solo gira en torno a la protección de la fauna y flora locales, sino también al modelo de desarrollo que se quiere implementar en la región. “No estamos en contra del progreso ni del desarrollo económico de nuestra provincia”, aclaró Fuentes, “pero creemos firmemente en un desarrollo sostenible que no sacrifique nuestros espacios naturales y nuestras especies, que ya están en riesgo”.
Este enfrentamiento entre ecologistas y promotores del aeropuerto es un ejemplo del desafío que muchas regiones enfrentan cuando intentan equilibrar la necesidad de crecimiento económico con la conservación del medio ambiente. En este caso, la decisión final sobre la viabilidad del aeropuerto dependerá en gran medida de la investigación en curso de la Unión Europea.
Futuro incierto
A pesar de las fuertes críticas y la creciente oposición al proyecto, los promotores del aeropuerto y la Cámara de Comercio de Ciudad Real siguen adelante con sus planes. Sin embargo, el futuro del aeropuerto sigue siendo incierto. Los ecologistas advierten que, si bien los trámites de la Unión Europea pueden llevar tiempo, es posible que el proyecto sea considerado de interés prioritario, lo que permitiría su construcción incluso reconociendo el daño ambiental.
Mientras tanto, las organizaciones ecologistas continúan su lucha por preservar esta zona protegida, utilizando el Día Mundial de las Aves como plataforma para sensibilizar al público sobre la importancia de mantener estos hábitats naturales intactos. Las próximas semanas serán cruciales para el destino de este polémico proyecto y el equilibrio entre desarrollo y conservación en la provincia de Ciudad Real.
(Fuente: Lanza)