La charla se centró en el poder de la música para ayudarnos en nuestro desarrollo emocional y se apoyó en varias melodías para explicarlo
Almagro Noticias.- Este miércoles tuvo lugar la actividad planteada por la Sección de Música del Ateneo de Almagro, que se llevó a cabo de forma telemática a través de ZOOM. Para la conferencia-coloquio se contó con la presencia de Roberto Mendés, locutor y presentador de Radio Clásica de Radio Nacional de España y director del Programa “Programa de Mano”, con una ponencia titulada “Más Vivaldi y menos paracetamol”, en la que habló de los múltiples beneficios de la música clásica.
La charla comenzó con la intervención de José Antonio Prieto, que se encargó de dar la bienvenida a todos los asistentes y agradecer su presencia y, posteriormente, del pianista y profesor Alfonso Candelas, coordinador de la Sección de Música del Ateneo de Almagro, que fue el encargado de presentar al invitado de la tarde, haciendo un breve repaso de su experiencia profesional y destacando su gran conocimiento de la música clásica. “Hablar de Roberto es hablar de una persona incorfomista, de un melómano empedernido que disfruta de la música y nos hace disfrutar a los demás”.
Tras la presentación, Roberto Mendés, quiso comenzar la poniencia explicando el por qué de este título, que no es otra cosa que el título de un libro que el invitado lleva alrededor de 10 años escribiendo y, cada día, se extiende más. “Se llama así porque Vivaldi es uno de los compositores probablemente más simpáticos de todos los que podamos escuchar, es un compositor ameno de una época en la que lo que se pretendía agradar al oyente”, aclaró. Y en cuanto a la referencia al paracetamol en el título, explicó que pretende centrarse en cómo la música nos ayuda a desarrollarnos emocionalmente y todas las posibilidades que ofrece la música en este sentido.
A continuación, comenzó la presentación con una reflexión de C.K. Chesterton: “si no les conmueve la música, pueden darse a la bebida” y posteriormente, con algunas de las opiniones de la filósofa americana Martha Nussbaum, quien ha dedicado gran parte de su trabajo al estudio de las emociones y trata la música en alguno de sus libros. Para hablar de estas opiniones, primero explicó la diferencia entre emociones y sentimientos e hizo referencia a una de las reflexiones de esta filósofa: “Martha Nussbaum dice que las emociones son una respuesta inteligente a la percepción del valor. Para poder hablar de las emociones es fundamental acercarse a la dimensión narrativa de esta y se refiere a la narración de nuestra propia vida como elemento conformador de las personas”.
Explicó también que la música nos sirve para interpretar lo que está fuera de nostros y nos permite relacionarnos con el mundo. En el caso de las emociones, la música nos permite conectarnos no solo con las nuestras, sino también con las emociones de los demas. “La música tiene la capacidad de la música de formar y conformar emocionalmente y reflejar las emociones de otros”, aclaró el invitado.
En este punto, habló también de la música como disparador de emociones y almacén emocional, puesto que asociamos músicas determinadas a ciertas emociones y, cuando escuchamos esa música, volvemos a sentir esa emoción. “Cuando estamos mal, nos ponemos música que nos haga sentir bien. La música es un remedio muy eficaz para pequeñas depresiones o pequeños estados de malestar, aunque no tenga función antibiótica”, afirmó Mendés. Para explicar esta relación entre música y emoción, se apoyó en un ejemplo utilizado por Martha Nussbaum, reproduciendo la melodía de Mahler, Kindertotenlieder, que refleja musicalmente de una forma maravillosa el poema en el que se basa.
Otro de las bondades de la música es su capacidad de encarnar ideas. El locutor de Radio Nacional de España, comentó que hay ideas que la palabra no puede encarnar y que la música es capaz de gestionar nuestra relación con cosas externas a nosotros mismos y que no son controlables de ninguna otra manera. Además, también habló de la ambigüedad de la música. “Las músicas tienen muchas posibilidades de ser interpretadas”, declaraba Roberto Mendés. Para explicar esto, se apoyó en una melodía de J.S. Bach, Toccata and Fugue in D mino.
Tras la reproducción de esta melodía, se habló de los efectos físicos de la música. “Uno de los efectos físicos de la música es que genera dopamina, que nos sirve para relajarnos y, en resumidas cuentas, para ser más felices. Por eso, es tan importante encontrar esa conexión física con la música. La dopamina nos ayuda a sobreponernos en momentos de pequeñas crisis emocionales, y la música es muy buena para eso. Puede ayudarnos sin tener que recurrir al paracetamol”, explicó Mendés.
Antes de finalizar su exposición, hizo una propuesta concreta, en la que los asistentes telemáticos intervinieron para explicar qué significa, que les sugería o que rememoraba Sonata a-Moll, de Buxtehude. Con este ejemplo, quiso hacer comprender cómo la música tiene la capacidad de emocionar o establecer emociones narrativas diferentes y, sin embargo, esas emociones no son divergentes.
Finalizó su presentación con un pequeño esquema en el que explicaba que para poder utilizar la música hay que hacerlo de forma sistemática. En primer lugar, hay que conocer la música para, después, identificar lo placentero o lo que nos pueve emocionalmente y, por último, conservar para rememorar lo sentido. A continuación, dio paso a una dinámica charla y compartió una lista de reproducción de Spotify con la música que se había utilizado durante la presentación.
Tras las intervenciones de los asistentes, Alfonso Candelas, se mostró agradecido con el invitado “por recordanos el poder de la música en una sociedad que vive demasiado deprisa y que gracias a la música podemos vivir muchas experiencias”.
Jose Antonio Prieto, presidente del Ateneo de Almagro, fue el encargado de cerrar la conferencia y aprovechó para felicitar a Roberto Mendés por su intervención. “Sabes transmitir de una manera magistral, y nos haces meternos de lleno en la propuesta. La intervención ha sido una excelente inmersión panóptica en la música desde las emociones, proyectando y provocando en todo momento sentimientos gratos y placenteros”, declaraba el presidente de la institución. Además, aprovechó la ocasión para agradecer al invitado su compromiso firme con la causa cultural en general y del Ateneo en particular