El diputado nacional de Vox por Ciudad Real, Ricardo Chamorro, no ocultó su entusiasmo al valorar la cumbre del partido europeo Patriotas, celebrada este fin de semana en Madrid. En declaraciones a la prensa, Chamorro destacó el “éxito rotundo” del evento, que congregó a 2.000 afiliados de Vox y simpatizantes de toda Europa, así como a líderes clave de la derecha radical como Viktor Orban (Hungría), Marine Le Pen (Francia) y Matteo Salvini (Italia).
“Este acto simboliza el impulso imparable de las formaciones patrióticas en Europa. Los partidos que defienden nuestras naciones están ganando posiciones e incluso gobernando, como en Italia o Hungría. Es el inicio de una nueva era para Occidente”, afirmó Chamorro, vinculando el éxito de la cumbre con los cambios políticos en Estados Unidos y Argentina.
Abascal, eje de la “reconquista conservadora”
La cumbre, calificada como la “proclamación pública” de la presidencia de Santiago Abascal al frente de Patriotas, sirvió para consolidar su liderazgo internacional. Bajo el lema “Make Europa Great Again” —una adaptación del eslogan de Donald Trump—, los discursos insistieron en recuperar la soberanía nacional frente a la UE, combatir la inmigración “invasora” y rechazar las políticas verdes, tachadas de “obsesivas” y “empobrecedoras”.
Abascal cerró el evento con un mensaje contundente: “No buscamos emperadores, sino compañeros de armas para la revolución del sentido común”, defendiendo la alianza con Trump y criticando a la “élite globalista” de Bruselas.
Unión contra el “globalismo” y ataques a Sánchez
Los ataques al Gobierno de Pedro Sánchez y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, resonaron en el auditorio. André Ventura, líder del portugués Chega!, aseguró que Sánchez “está más cerca de la cárcel” y equiparó a Feijóo con el socialista, provocando ovaciones. Por su parte, Viktor Orban defendió su modelo constitucional, que blindó “la cultura cristiana” y la definición de familia tradicional, mientras Geert Wilders (Países Bajos) advirtió: “Se acaba el tiempo de líderes como Macron o Sánchez”.
La crítica a la UE fue unánime. Matteo Salvini celebró su absolución por bloquear un barco de migrantes y denunció el “fanatismo climático” de Bruselas, mientras Marine Le Pen acusó a las instituciones europeas de fomentar una “invasión programada” mediante acuerdos migratorios.
Estrategia y controversias internas
Previo al acto, los líderes de Patriotas mantuvieron una reunión de trabajo para trazar una estrategia común contra el “consenso de populares y socialistas” en la UE. La formación, que agrupa a 86 eurodiputados de 11 partidos, busca posicionarse como la tercera fuerza en el Parlamento Europeo.
No obstante, la alianza ha generado críticas internas en Vox. Sectores disidentes denuncian un “viraje” hacia Hungría, cuestionando préstamos recibidos de bancos húngaros y advirtiendo de una posible “subordinación a agendas externas”.
Apoyos internacionales y simbolismo
El evento contó con intervenciones telemáticas de figuras como Javier Milei, presidente argentino, quien gritó “¡Viva la libertad, carajo!”, y María Corina Machado, opositora venezolana, que pidió apoyo para “quebrar a Maduro”. Además, se proyectó un mensaje de la fundación Heritage de EE.UU., reforzando los lazos transatlánticos.
El simbólico grito “Viva la España de los patriotas” y la expulsión de una activista de Femen —que irrumpió con los pechos al descubierto— marcaron un acto donde el nacionalismo y la confrontación con la izquierda fueron protagonistas.
¿El futuro de Europa?
Para Chamorro y los asistentes, la cumbre fue una demostración de fuerza: “Los viejos partidos ya no ofrecen soluciones. Europa será grande otra vez, y Vox será determinante en ese cambio”. Con Abascal como eje, Patriotas aspira a capitalizar el descontento con las políticas migratorias y ambientales de la UE, alineándose con el giro conservador global. Sin embargo, las tensiones internas y la polarización que genera esta alianza plantean incógnitas sobre su consolidación