Almagro vivió en la tarde de este domingo uno de los momentos más emotivos de los últimos años con el multitudinario sepelio de Gumersindo Dotor Parras, conocido cariñosamente como “Rudi”. Figura emblemática de la localidad y miembro incansable de la Compañía Romana, los populares “Armaos”, Rudi falleció en la noche del sábado a los 79 años, dejando tras de sí un legado imborrable de entrega, bondad y amor por las tradiciones.
La iglesia de Madre de Dios fue escenario del último adiós a un hombre profundamente querido en Almagro. A las 18:00 horas se celebró el ritual religioso corpore insepulto que ofició el párroco Joaquín Gutiérrez Villar. El templo registró un lleno absoluto, con vecinos, amigos, familiares y miembros de la Hermandad que no quisieron faltar a la cita para rendir homenaje a quien dedicó su vida a los demás.
El féretro de Rudi, portado a hombros, entró en la iglesia cubierto con un estandarte de la Compañía Romana y rodeado de ramos de flores ofrecidos por familiares, amigos y los propios Armaos.
Al término de la ceremonia, los asistentes pasaron en fila ante el altar para presentar sus condolencias a los familiares, en la tradicional cabezá, gesto que forma parte del sentir popular de la localidad. Posteriormente, a las puertas del templo, el féretro fue despedido entre aplausos, vítores y lágrimas contenidas, reflejo de la profunda huella que deja en la memoria colectiva.
El cortejo fúnebre partió hacia el Cementerio Municipal de Almagro, acompañado por un numeroso grupo de vehículos de amigos y familiares, donde tuvo lugar la sepultura. Fue un último recorrido cargado de emoción y respeto hacia quien, durante décadas, fue parte esencial del alma cultural y social de la ciudad.
Las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencia y de recuerdos entrañables hacia Rudi. Vecinos y allegados compartieron fotografías en las que se le podía ver vestido de Armao, imagen que se repetía con frecuencia en las publicaciones y que simboliza su fuerte vínculo con la Hermandad y la tradición.
La jornada del domingo confirmó que Rudi fue mucho más que un miembro de la Compañía Romana: fue un ejemplo de generosidad, cercanía y compromiso con su pueblo. Su recuerdo permanecerá vivo en la memoria de todos los almagreños, que lo despidieron como a uno de sus vecinos más queridos.
Descansa en paz, Rudi.
