La política local en Ciudad Real vive un terremoto tras la ruptura del gobierno de coalición entre Vox y el Partido Popular (PP). Luis Blázquez, presidente provincial de Vox, compareció este lunes para explicar los motivos: un cuadernillo educativo sobre políticas de género distribuido a menores por el PP sin consultar a su socio de gobierno.
Según Blázquez, el PP incumplió el acuerdo de coalición vigente desde hace 20 meses al impulsar este material, que calificó de “adoctrinamiento ideológico heredado de la izquierda”. “Nos enteramos por las quejas de padres indignados. Exigimos retirarlo o romper el pacto. El PP eligió lo segundo”, declaró. El documento, comparado por Vox con “algo hecho por Podemos”, generó tensiones insostenibles.
Ricardo Chamorro, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, añadió: “El PP prefirió aliarse con el PSOE, con quien parece más cómodo”. Criticó la “hipocresía” del Partido Popular por adoptar políticas que, en su opinión, contradicen sus principios conservadores.
Vox en la oposición: ¿Oposición constructiva o batalla ideológica?
Tras la ruptura, Vox asume su nuevo rol en la oposición con un discurso de “responsabilidad y transparencia”. Chamorro aseguró que apoyarán iniciativas “positivas para la ciudad”, independientemente de su origen, pero rechazarán cualquier medida que consideren “perjudicial”. Ejemplificó esto con su voto a favor de una moción del PSOE para incluir a la oposición en comisiones fiscales, mientras denunciaron la falta de apoyo a sus propuestas, como la oposición al Tratado de Mercosur por su impacto en agricultores locales.
Sin embargo, la tensión persiste. Chamorro reveló que el jueves pasado, su concejal de contratación encontró su firma revocada sin previo aviso, lo que calificó de “actitud poco profesional” del PP. Aunque anunció una reunión con el alcalde para “normalizar la situación”, dejó claro que Vox no cederá en sus principios: “Defenderemos a los padres frente al adoctrinamiento y lucharemos contra tasas ecológicas que ahogan a los ciudadanos”.
El PP y el PSOE: ¿Nueva alianza en ciernes?
La ruptura ha dejado al PP con 11 concejales, lejos de la mayoría absoluta (13), lo que lo obliga a negociar con el PSOE (9) y Ciudadanos (1). Blázquez insinuó que el acercamiento entre populares y socialistas es estratégico: “El PP ha optado por la estabilidad con quienes antes criticaba”. Chamorro, por su parte, ironizó: “Es triste que no podamos construir una alternativa a Sánchez si ni siquiera nos ponemos de acuerdo aquí”.
Festival Indie y polémicas de contratación: Fátima de la Flor entra al debate
La controversia se extendió al ámbito cultural con el Festival Indie, organizado por la concejalía de Festejos de Vox. Fátima de la Flor, responsable del área, defendió la contratación por exclusividad de artistas, método usado en 2023 sin objeciones. Criticó las “insidias” de la oposición, que cuestionaron la transparencia: “Registrar el nombre del festival a través de una empresa es normal, como hacen otros eventos nacionales”.
Chamorro atribuyó las críticas a un intento de “desgastar a Vox”: “Han usado este tema y otros, como los toros, para presionarnos”. Aseguró que todas las gestiones fueron legales y amenazó con acciones judiciales contra las “calumnias”.
Consecuencias provinciales: ¿Se extenderá la ruptura?
Pese al colapso en Ciudad Real, Blázquez aclaró que los pactos PP-Vox en otros municipios y en la Diputación Provincial siguen vigentes. “Cada acuerdo es individual. Solo se romperá si hay incumplimientos”, advirtió. No obstante, envió un mensaje contundente: “A Vox no le temblará el pulso para defender sus principios donde sea necesario”.
Una batalla que refleja la fractura nacional
La ruptura en Ciudad Real no es un hecho aislado, sino un síntoma de la frágil relación entre PP y Vox a nivel nacional. Mientras Vox se posiciona como garante de “valores no negociables”, el PP parece priorizar la gobernabilidad, incluso con socios imprevistos. En el centro, ciudadanos que observan cómo la lucha ideológica eclipsa promesas de estabilidad.
¿Podrán PP y Vox reconciliarse? La respuesta dependerá de cuánto estén dispuestos a ceder en una España cada vez más polarizada. Por ahora, Ciudad Real se consolida como el epicentro de una guerra que podría definir el futuro de la derecha.