En una noche cargada de dramatismo, alternancias y pasión desbordante, la selección española de balonmano logró un triunfo vital en su camino hacia el Europeo de Dinamarca, Suecia y Noruega 2026. Con un marcador final de 28-26, los “Hispanos” superaron a una combativa Serbia en el Quijote Arena de Ciudad Real, un escenario que recuperó el balonmano de alto nivel tras más de una década de ausencia. El partido, un auténtico duelo de nervios y calidad, dejó en evidencia la fortaleza mental de un equipo que supo levantarse tras el tropiezo en Kraljevo y mantener vivas sus opciones de clasificación.
Primer tiempo: Serbia aprieta, España responde con corazón
El encuentro comenzó con Serbia imponiendo su físico y estrategia de posesiones largas. Vanja Ilic, figura serbia, marcó el primer gol desde los siete metros, poniendo en aprietos a una España que tardó en encontrar su ritmo. Sin embargo, la reacción no se hizo esperar: un lanzamiento desde su propio campo de Daniel Fernández, aprovechando la ausencia del portero rival, devolvió la esperanza al marcador.
Aleix Gómez, el artillero del Barça, emergió como el héroe ofensivo. Con tres penaltis convertidos en los minutos 8, 13 y 23, mantuvo a España en la pelea frente a los ataques serbios liderados por Mijajlo Marsenic y Pechmalbec. La igualdad fue máxima, pero un golpe de autoridad en los últimos segundos de la primera mitad cambió el rumbo: Kauldi Odriozola culminó una transición rápida tras una parada magistral de Rodrigo Corrales, cerrando el primer tiempo con un 13-11 que electrizó al público.
Segunda parte: Corrales y Gómez, pilares de una victoria sudada
La reanudación fue un espejismo de control español. Alex Dujshebaev y Aleix Gómez ampliaron la ventaja a 15-11, pero Serbia, fiel a su estilo combativo, recortó distancias con Ilic y Marsenic. El partido entró en una montaña rusa de emociones: cada avance serbio era respondido con golpes certeros de Agustín Casado, Javi Rodríguez y Ian Barrufet.
El momento crítico llegó en el minuto 50, cuando Serbia empató a 20-20 con otro penalti de Ilic. La respuesta española fue inmediata: Casado lanzó un disparo desde 7 metros, y Javi Rodríguez aprovechó un rechace para poner el 22-20. Rodrigo Corrales, clave bajo los palos, atajó dos lanzamientos decisivos, mientras Barrufet amplió a 24-22 en el minuto 54.
El desenlace: Gómez y Tarrafeta cierran la noche mágica
En la recta final, Serbia apretó con goles de Kukic y Dodic, pero España no flaqueó. Aleix Gómez, imparable desde los siete metros (9 goles en total), convirtió un penalti crucial a falta de dos minutos (27-25). Joan Tarrafeta sentenció con un lanzamiento espectacular a 30 segundos del final (28-25), sellando una victoria que devuelve a España a la senda de la clasificación.
Implicaciones y próximos pasos: El sueño del Europeo 2026 sigue vivo
Este triunfo no solo permite a España recuperarse del tropiezo en Kraljevo, sino que consolida su posición en el Grupo 4, donde la igualdad entre equipos promete batallas hasta el último partido. Con Jordi Ribera al mando, los “Hispanos” demostraron solidez defensiva y capacidad para gestionar la presión en momentos críticos, algo esencial de cara a los duelos restantes.
Aleix Gómez, con un 100% de efectividad desde los siete metros, y Rodrigo Corrales, con paradas claves, fueron los arquitectos de esta victoria. Mención aparte merece el Quijote Arena, que vibró con más de 5,000 espectadores, confirmando que el balonmano español sigue latiendo con fuerza.