Resulta, como poco, incomprensible que una localidad como Almagro, que tiene como una de las principales fuentes de ingresos económicos que proviene directa o indirectamente del turismo, haya dejado pasar de largo una fecha tan señalada como el Día Mundial del Turismo, celebrado este pasado sábado 27 de septiembre, sin la más mínima alusión institucional. Ni un gesto, ni un acto, ni siquiera una escueta publicación en redes sociales —esas que tanto gustan al Ayuntamiento para acompañar con emojis y notas grandilocuentes—. Nada. Mutismo absoluto y generalizado por parte del equipo de gobierno.
Mientras tanto, en la inmensa mayoría de localidades que, como Almagro, viven en buena medida de los visitantes, se celebraba esta efeméride con actividades especiales, jornadas de puertas abiertas y actos de reconocimiento al sector. Incluso la propia Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha hizo su guiño al Día Mundial del Turismo a través de sus redes sociales, subrayando la importancia de esta industria para la economía regional. Pero en Almagro… ni una palabra.
La paradoja es todavía más evidente cuando, apenas unos días después, el Ayuntamiento sí ha tenido a bien anunciar con cierta pompa la celebración del Día de Los Pueblos Más Bonitos de España, que ha tenido lugar el 1 de octubre. Parece ser que esta fecha —mucho más “propia” y menos global— merece más atención que una jornada de reconocimiento internacional que se celebra “lo mismo en Chinchón que en la China de Xi Jinping”. Curioso baremo de prioridades.
El anuncio, por cierto, se realizó casi al final de la mañana, colgando con prisas la pancarta oficial de la red de Los Pueblos Más Bonitos de España en el balcón de la Casa Consistorial, y difundiendo la información a través de los canales oficiales ya a primera hora de la tarde. Un poco más, y el día pasa sin pena ni gloria también.
Ni siquiera en este caso —el Día de Los Pueblos Más Bonitos— se ha hecho referencia en las redes municipales a la gratuitad de los espacios culturales como gesto de celebración y agradecimiento a los visitantes. Sí, algunos turistas se habrán topado con un cartel improvisado el miércoles 1 de octubre indicando que la entrada era gratuita. Algo es algo. Pero la falta de previsión, planificación y comunicación es clamorosa.
En un municipio que recibe miles de visitantes cada año, que alberga uno de los festivales teatrales más importantes del país, y cuya identidad está íntimamente ligada al patrimonio, el turismo y la cultura, ignorar el Día Mundial del Turismo no es un simple despiste: es un síntoma. Un síntoma de dejadez institucional, de falta de estrategia turística y de una preocupante desconexión con la realidad económica y social de Almagro.
Al menos, este Día Mundial del Turismo, se merecía una escueta nota en las redes sociales del Ayuntamiento (adornada con todo el colorido de emojis posible), para al menos, hacer honor a un sector del alojamiento turístico, de hostelería, de comercio, de ocio…, que se deja la piel currando durante todos los días del año para hacer más plácida la estancia de los miles de turistas que nos visitan anualmente.
Celebrar el turismo no es solo colgar pancartas. Es reconocer y potenciar aquello que da vida a la localidad. Y este año, en Almagro, esa oportunidad se ha dejado pasar… en silencio.
Manuel García Sánchez