La Iglesia Católica celebra hoy, 28 de octubre, la festividad de San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret y patrono universal de las causas difíciles y desesperadas, así como símbolo de esperanza en tiempos de angustia y desconsuelo. En el Nuevo Testamento, San Judas Tadeo es reconocido como un fiel seguidor de Cristo, valiente en su testimonio y ejemplo de fe inquebrantable ante la adversidad.
Con motivo de esta conmemoración, la Hermandad de Jesús de las Tres Caídas y María Santísima de la Esperanza de Almagro rendirá homenaje al santo apóstol con un Santo Rosario que tendrá lugar esta tarde, a partir de las 19:30 horas, en la Ermita de San Juan, ante la imagen venerada de San Judas Tadeo. La hermandad invita a todos los fieles y devotos a participar en este acto de oración y reflexión, concebido como una ocasión para renovar la fe y pedir la intercesión del santo en momentos de dificultad.
San Judas Tadeo, cuya figura ha inspirado una de las devociones más arraigadas en el mundo cristiano, es considerado por millones de creyentes como intercesor ante Dios en los casos más difíciles y desesperados. Su fama de mediador eficaz se ha consolidado a lo largo de los siglos, especialmente entre quienes atraviesan enfermedades graves, crisis familiares, problemas económicos o laborales, y situaciones que parecen no tener solución.
Durante esta jornada, los fieles expresan su gratitud y esperanza en la ayuda del santo apóstol, elevando plegarias que simbolizan la confianza en su poder de intercesión y en la misericordia divina. Las peticiones más comunes dirigidas a San Judas Tadeo reflejan la amplitud de su culto y su conexión con las necesidades humanas más profundas:
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Casos imposibles y desesperados: se le implora cuando toda solución parece inaccesible y se busca una intervención divina.
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Problemas de salud: se le ruega por la curación física y mental, la fortaleza ante la enfermedad y la superación del miedo y la angustia.
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Necesidades económicas y laborales: los fieles recurren a él para encontrar empleo, superar la pobreza o resolver dificultades financieras.
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Conflictos familiares y personales: se le pide su mediación en crisis matrimoniales, disputas familiares o situaciones judiciales complejas.
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Fortaleza espiritual: se le invoca para hallar consuelo en los momentos de tribulación, recuperar la paz interior y fortalecer la fe en Dios.

