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sábado, enero 4, 2025

La “Big Fucking Party Volumen 3”: El frenesí tecno que transformó Ciudad Real en la capital europea de las raves

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Miles de personas de distintos puntos de España y Europa han acudido a la tercera edición de la “Big Fucking Party”, un teknival que ha convertido un descampado junto al aeropuerto de Ciudad Real en el epicentro de la música electrónica para recibir el 2025. Este evento, de carácter abierto y gratuito, es parte de una tradición que nació en los años noventa en países como Reino Unido, Holanda y Alemania, y que sigue creciendo en popularidad.

Un viaje de miles de personas para una fiesta singular

La convocatoria, realizada a través de grupos de WhatsApp y Telegram, mantuvo en secreto la ubicación hasta la tarde del 31 de diciembre. Participantes de toda España, incluyendo Canarias, y de países como Italia, Francia, Alemania y Suiza, llegaron en autocaravanas, coches y motos, algunos incluso cruzando fronteras para no perderse esta experiencia única.

Con más de mil vehículos reunidos, la autovía A-41 colapsó durante la madrugada debido a la caravana de asistentes que se dirigían al evento. A pesar de las largas filas de tráfico, el espíritu de celebración y la emoción por la música electrónica superaron cualquier inconveniente.

Una fiesta de cultura libre y autogestión

La Big Fucking Party no es solo una rave; es una manifestación cultural y social donde la comunidad se organiza de manera horizontal. No hay seguridad privada, pero tampoco incidentes. “Aquí confiamos en la actitud responsable de todos los asistentes”, comentó un participante. Además de música, los asistentes disfrutan de futbolines, juegos y puestos de artesanía, camisetas y complementos.

Carteles colocados en el lugar invitan al respeto y a mantener limpio el entorno, reflejando el espíritu de cooperación que define estas fiestas.

El teknival como fenómeno cultural

El teknival, acrónimo de “tekno” y “festival”, ha sido parte de una subcultura en Europa desde hace décadas. En esta edición, Ciudad Real se ha unido a una lista de localidades que han albergado esta fiesta, como Fuente Álamo (Murcia) y La Peza (Granada), con una duración que puede extenderse hasta una semana. DJs de renombre tocan en grandes escenarios decorados con luces y efectos visuales, ofreciendo un espectáculo que rivaliza con festivales legales de renombre.

Un evento bajo vigilancia policial

A pesar de no estar autorizada, la Big Fucking Party se desarrolla sin mayores incidentes. La Policía Nacional y la Guardia Civil han desplegado equipos especializados, incluyendo helicópteros y el equipo Pegaso, para vigilar el evento y garantizar que no se produzcan situaciones de riesgo. Según el concejal de Seguridad Ricardo Chamorro, se espera que la fiesta continúe sin alterar la rutina de los pequeños municipios cercanos.

El impacto en los municipios vecinos

Los pueblos cercanos, como Cañada de Calatrava, Villar del Pozo y Ballesteros de Calatrava, apenas han notado el impacto del evento. Los alcaldes han destacado que, aunque la música se percibe en algunos momentos, no ha causado molestias significativas.

Un espacio para la diversión y la conexión

La Big Fucking Party no solo celebra la música electrónica, sino también la diversidad y la unidad. Miles de jóvenes han desafiado el frío y la niebla para vivir una experiencia única. Este teknival se ha convertido en una tradición itinerante que sigue atrayendo a una comunidad internacional que comparte el amor por la música y la libertad.

La Big Fucking Party Volumen 3 ha demostrado ser mucho más que una rave; es un fenómeno social que trasciende fronteras y genera un impacto cultural significativo. Mientras Ciudad Real se convierte temporalmente en el corazón del tecno europeo, queda claro que este tipo de eventos sigue siendo un espacio para la autogestión, la creatividad y la fraternidad.

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