El VIII Festival Internacional de Cine de Almagro (AIFF) vivió anoche su gran gala de clausura en el Teatro Adolfo Marsillach – Hospital de San Juan, que se llenó hasta la última butaca para celebrar una noche mágica en la que cine, música y humor se unieron en perfecta armonía. Bajo la chispeante batuta del humorista Joaquín Reyes, maestro de ceremonias, el certamen entregó sus máximos galardones en un acto que combinó emoción, talento y el reconocimiento a la creatividad audiovisual más contemporánea.
El Premio al Mejor Cortometraje Nacional recayó en Ser un hombre, ópera prima de Lucas Parra con producción de Alba Fortes. Estrenado en el propio festival, el trabajo fue distinguido por “capturar con sutileza el instante en que la infancia empieza a convivir con los rituales que, bajo el pretexto de ‘hacerse hombre’, perpetúan modelos machistas y violentos, sin juzgar y dejando que el espectador perciba las tensiones y contradicciones que laten bajo la superficie”, según destacó el jurado. La interpretación del joven protagonista, cargada de gestos y miradas elocuentes, terminó de conquistar al panel evaluador.
En el ámbito internacional, el reconocimiento viajó a Francia con Saint-Honoré, ópera prima de Mohamed Seddiki y Christopher Caulier, aplaudida por su frescura narrativa y su capacidad para emocionar desde la sencillez.
Un concurso que une música e imagen
Uno de los momentos más esperados por el público fue, un año más, el Concurso de Bandas Sonoras Audiovisuales Audio-Visual, en el que ocho formaciones musicales pusieron música en directo a cortometrajes de animación nacionales e internacionales. La edición 2025 volvió a demostrar el atractivo de este formato, que logró poner de acuerdo a jurado y asistentes. El gran vencedor fue el compositor de Calzada de Calatrava José Vicente Romero, quien, junto a tres músicos de viento y cuerda, acompañó con maestría el cortometraje francés Trash. Su propuesta, cargada de matices y sincronía perfecta con las imágenes, recibió tanto el Premio del Público como el Premio del Jurado.
Menciones de honor
El jurado también otorgó dos menciones especiales: Buffet Paraíso de Santi Amézqueta y Héctor Zafra, por su atrevida metáfora visual sobre los excesos humanos, y Faustino de Germán Mairen, por su crítica irónica contra los abusos bancarios hacia personas mayores, reivindicando con humor la importancia de los valores humanos.
Un festival con proyección internacional
La ceremonia contó con la presencia del alcalde de Almagro, Francisco Ureña, y varios concejales de la Corporación Municipal, quienes reafirmaron el respaldo institucional a un certamen que en ocho años se ha consolidado como una cita imprescindible para creadores y amantes del cortometraje. Ureña subrayó que el AIFF “nació del sueño y la iniciativa de un joven almagreño que creyó en esta ‘locura’ cultural” y que hoy “proyecta nuestra ciudad al mundo, atrae talento y ofrece al público una experiencia cinematográfica única”.
El VIII AIFF concluirá esta noche con la proyección gratuita, mediante invitación, del largometraje de animación Buffalo Kids, una propuesta para todos los públicos que cerrará diez días de intensa programación en la que Almagro ha vuelto a convertirse en epicentro del cine breve internacional.
