El majestuoso Palacio de Medrano ha sido el escenario elegido por el Gobierno de Castilla-La Mancha para rendir un emotivo homenaje al cuerpo de la Policía Nacional en su bicentenario. La ceremonia, que reunió a destacadas autoridades nacionales, regionales y locales, destacó el incansable servicio y compromiso de este cuerpo con la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Entre los asistentes se encontraban Guillermo Arroyo, portavoz del Equipo de Gobierno de Ciudad Real, la concejal de Participación Ciudadana, Mar Sánchez, la concejal de Festejos, Fátima de la Flor, y el concejal de Obras, Miguel Hervás, junto a otros miembros de la corporación municipal. La ceremonia comenzó con la interpretación solemne del himno de España y concluyó con el himno de la Policía Nacional, subrayando la importancia y el respeto hacia esta institución.
Durante el acto, se entregaron galardones a diferentes unidades de la Policía Nacional por su destacada labor. La comisaría de Puertollano fue reconocida por su crucial papel en el desarrollo del Plan de Emergencia Exterior, mientras que la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) fue premiada por su trabajo incansable en la protección de las víctimas de la violencia de género. El reconocimiento especial de la noche fue para la comisaría de Ciudad Real, que recibió un óleo pintado por Honorato del Hierro, oficial de la Policía Local. Este prestigioso galardón fue recogido con orgullo por el comisario Alberto Camacho, simbolizando la dedicación y entrega de todos los miembros de la comisaría.
Este homenaje no solo celebra los 200 años de historia de la Policía Nacional, sino que también destaca el compromiso continuo de sus miembros con la seguridad y la justicia. El evento en el Palacio de Medrano ha sido una muestra del respeto y la gratitud de la comunidad hacia aquellos que, día tras día, trabajan para mantener la paz y el orden en nuestra sociedad.
La Policía Nacional, con dos siglos de servicio, sigue siendo un pilar fundamental en la protección de los derechos y libertades de los ciudadanos. Este reconocimiento en el Palacio de Medrano es un testimonio de su inquebrantable espíritu y dedicación.