El legado romano de Granátula de Calatrava está más cerca de recibir un nuevo impulso de protección y reconocimiento. El Ministerio de Cultura ha iniciado el expediente para declarar el puente de Oreto –también conocido como puente de Oretum o de Baebio Publio Venusto– como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento, según recoge la resolución publicada esta semana en el Boletín Oficial del Estado (BOE), con fecha del 23 de mayo de 2025.
Este paso marca un hito importante en la preservación del patrimonio local y refuerza la posición del municipio como enclave cultural de primer orden. Granátula de Calatrava ya cuenta con dos monumentos protegidos bajo esta figura: la ermita de Nuestra Señora de Oreto-Zuqueca (declarada BIC en 1995) y el yacimiento arqueológico de Oreto y Zuqueca, reconocido el 1 de agosto de 2024 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Desde el Ayuntamiento se ha recibido la noticia con gran satisfacción. “Es una excelente noticia para Granátula”, han señalado fuentes municipales, subrayando el valor histórico y cultural del puente romano como parte de un entorno arqueológico excepcional. La concejala de Cultura, Yolanda de la Cruz, ha agradecido el respaldo de todas las administraciones, entidades y profesionales implicados: “Gracias al esfuerzo conjunto del Ayuntamiento, la Junta y el Ministerio de Cultura, hemos logrado que este expediente avance. Es un paso fundamental hacia un futuro prometedor para nuestro puente y todo el entorno al que pertenece”.
De la Cruz ha destacado también la colaboración del equipo técnico municipal y del proyecto Oretum, que ha sido clave para consolidar la solicitud. “Todas las administraciones hemos remado en la misma dirección, apostando por un modelo de desarrollo patrimonial, turístico y sostenible”, ha afirmado.
Un puente con casi dos milenios de historia
El puente de Oreto fue construido entre los siglos I y II d.C. sobre el río Jabalón, en pleno corazón de la actual Área Arqueológica de Oreto-Zuqueca. Durante siglos, esta estructura monumental facilitó el cruce del río y el acceso a Oretum Germanorum, una de las ciudades más relevantes del borde meridional de la Meseta Sur.
Según detalla la resolución del BOE, la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, en colaboración con la Junta de Castilla-La Mancha, ha iniciado de oficio las acciones necesarias para su protección legal, conservación y difusión. El puente, hoy en día bajo la tutela de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (organismo dependiente del MITECO), se encuentra dentro del dominio público hidráulico del embalse de la Vega del Jabalón. Su visibilidad depende del nivel de agua del embalse: desde 2017, el puente ha permanecido emergido de forma constante, siendo accesible a pie desde la ribera norte.
Más allá de su valor arquitectónico, el puente de Oreto es un símbolo de conexión entre culturas y épocas. Ha sido testigo del paso de íberos, romanos, visigodos y andalusíes, al igual que del tránsito de mercancías, personas e ideas a lo largo de los siglos. Su importancia está ligada al topónimo que le acompaña en cada etapa histórica: Oretum, Sikka, Zuqueca, Oreto… Nombres distintos para un mismo enclave de gran trascendencia histórica.
Un entorno de alto valor patrimonial
El puente se sitúa junto al yacimiento de Oreto, un espacio arqueológico clave en el Campo de Calatrava. Allí han sido documentados restos de distintas civilizaciones: el núcleo ibérico-oretano, la ciudad romana de Oretum Germanorum, el obispado visigodo de Urîth, y el priorato calatravo de Nuestra Señora de Oreto y Zuqueca. La riqueza histórica de este entorno convierte a Granátula en un punto de referencia para el estudio y la difusión del patrimonio de Castilla-La Mancha.
Con la futura declaración del puente de Oreto como BIC, Granátula de Calatrava no solo consolidará su posición como referente patrimonial de la provincia de Ciudad Real, sino que verá reforzada su apuesta por el turismo cultural y la conservación del legado histórico.
El camino hacia la protección definitiva del puente continúa, pero este primer paso supone ya una victoria para la memoria histórica del territorio y una oportunidad para proyectarla hacia el futuro.