El pulso dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) alcanza un punto de ebullición. Tras la reciente publicación del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que apunta a una presunta trama corrupta en la cúpula del partido, y en medio de la negativa del presidente Pedro Sánchez a convocar elecciones generales, la voz disidente de Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, resuena con una fuerza inusitada. En una entrevista con Carlos Herrera en ‘Herrera en COPE’, García-Page no se ha mordido la lengua, desgranando una crítica feroz a la deriva actual del partido y a la estrategia de “bunkerización” de la Moncloa.
Un partido en el laberinto: La visión crítica de Page
La conversación, que tuvo lugar la víspera del Corpus Christi en Toledo, arrancó con una pregunta directa de Herrera sobre la carta de Sánchez a la militancia. García-Page, con la franqueza que le caracteriza, admitió no haberla leído, atribuyéndolo a su escasa frecuencia de uso del correo electrónico. Sin embargo, su análisis de la situación actual fue demoledor.
Para el presidente castellano-manchego, la famosa “carta abierta” y los cinco días de reflexión de Sánchez fueron un “cálculo” para evitar lo que se le venía encima. “Su cálculo es, si me voy ahora, ¿puedo evitar la que se me viene encima o no lo voy a evitar en ningún caso?”, se preguntó García-Page, para concluir que el resultado ha sido una “dinámica de bunkerización tremenda, alucinante”. Un búnker, advirtió, “es una tumba”, y el oxígeno que lo alimenta lo proporcionan los “socios del gobierno”, a los que calificó de “accionistas” que cada vez encarecerán más su apoyo.
La UCO y la credibilidad del PSOE: Un “momento gravísimo”
Uno de los puntos más sensibles de la entrevista fue la alusión al informe de la UCO. García-Page no dudó en calificar el momento actual como “el momento más grave de credibilidad para el Partido Socialista en toda su historia reciente”. Subrayó la dificultad de la dirección del partido para ser creída, especialmente cuando “todas las acusaciones se están demostrando, o al menos una parte muy importante, se están demostrando veraces”.
En este contexto, el presidente de Castilla-La Mancha quiso “reconocer el papel de la justicia, el papel de la UCO, el papel de tantas y tantas personas que aguantan ataques, y no de cualquiera, sino a veces de los propios ministros que tendrían que velar por su buen funcionamiento”. Un mensaje claro a quienes, desde el Gobierno, han puesto en duda la labor de los investigadores.
El “PSOE sin apellidos”: Una llamada a los orígenes
García-Page se erige como defensor del “PSOE sin apellidos”, ese partido que representa figuras como Felipe González y que, a su juicio, ha servido al país a lo largo de una larga historia. Denunció la “ceremonia de confusión” actual que dificulta distinguir “quién sirve a España y quién se sirve de España, y quién apoya al PSOE o se apoya en el PSOE”.
Su compromiso es luchar para que la sociedad española “mantenga en la memoria lo que es el PSOE” frente a las críticas y campañas que, asegura, ya están sufriendo quienes, como él, alzan la voz.
¿Un callejón sin salida? La imposibilidad de una “salida digna”
La pregunta clave de Carlos Herrera fue si del “búnker” de Sánchez se sale con elecciones o con una dimisión. La respuesta de García-Page fue desoladora: “Lamento que en tantas y tantas cosas luego se terminen parafraseándose algunas de las cosas que planteo, pero es un laberinto sin salida. Y creo sinceramente que no hay salida. Lo dramático, lo que genera impotencia es que no hay salida digna”.
Para el presidente regional, las preocupaciones reales de Sánchez y su entorno “no están en los periódicos”, pero “requieren de que esté gobernando”. Sugirió que Pedro Sánchez “no está en condiciones de ser candidato” y que, de convocar elecciones, “barre la extrema derecha”, lo que, paradójica y gravemente, significaría que “el gobierno actual depende de la extrema derecha nacional como coartada para seguir manteniendo el muro, y depende del oxígeno que le da la extrema derecha independentista que amenaza la unidad y la igualdad entre los españoles con tintes xenófobos que es Junts per Catalunya, que es Puigdemont”.
La conspiración de las primarias y la decepción personal
Herrera no pasó por alto el origen de la presunta trama, las primarias del PSOE de 2014. García-Page, quien “se movió a instancias de muchos otros… para que ganara las primeras primarias”, reconoció que esa experiencia le da “legitimidad para poder decir que yo soy uno de los grandes decepcionados, por no decir otras muchas cosas”. Su dolor por la situación del partido es patente: “Estoy muy dolorido, de hecho he estado todos estos días muy destrozado internamente, mucho, mucho, mucho. Tengo 56, acabo de cumplir 57 años, llevo toda mi vida en el PSOE, lo quiero arrabiar”.
El Comité Federal: Un grito de resistencia en cinco minutos
Ante la próxima celebración de un Comité Federal del PSOE el 5 de julio, García-Page confirmó que intervendrá, aunque “no tendré más de 5 minutos”. Sin embargo, advirtió: “Lo que me quepa en 5 minutos no se preocupe que lo voy a decir”. Consciente de las represalias, anticipó que “luego tendré 20 o 25 intervenciones llamándome de todo”.
Reiteró su lucha por mantener “una especie de luz de emergencia para que el apagón no sea definitivo y se conserve el sitio donde yo creo que tendrá que volver el PSOE cuando pase esta etapa”.
La trampa de la corrupción y la lección del COVID-19
Al ser preguntado sobre la posibilidad de financiación irregular en el PSOE a raíz del caso Ábalos, García-Page fue tajante: “No, porque yo creo que los que pedían dinero, lo último que pensaban eran el PSOE. Es más, no tiene el más mínimo cariño por el Partido Socialista”. Descartó cualquier implicación del partido en estas prácticas, afirmando que el PSOE, como otros partidos, debería mantenerse con aportaciones institucionales y de sus cargos.
Sobre los posibles futuros informes que podrían afectar a ex presidentes autonómicos por comisiones en la compra de mascarillas durante la pandemia, García-Page compartió su experiencia. A diferencia de otros, en Castilla-La Mancha, “de algo tiene que haber servido llevarse mal con la dirección”, ya que no les “han tomado la confianza de pedirnos ningún favor”. Aunque hubo “algún intento indirecto”, no cayeron en la trampa.
Defendió la honestidad de la mayoría de los gestores durante la pandemia, incluyendo a Francina Armengol y Ángel Víctor Torres, a quienes no cree que “hayan buscado dinero o para forrarse”. Subrayó el caos de aquellos días, donde “nadie llamaba para pedirte un favor. Que era al contrario. Que todos llamaban para ofrecerte un favor”. Su administración montó un sistema riguroso de control de calidades para evitar “bazofia”.
Un llamamiento a la democracia y la coherencia
Finalmente, sobre la posibilidad de que diputados rompan la disciplina de voto, como en la investidura de Rajoy, García-Page se desmarcó de dar instrucciones, pero afirmó: “Yo, si fuera diputado, no votaría en contra. Si fuera diputado, literalmente, hubiera dimitido”.
La entrevista concluyó con un agradecimiento de Carlos Herrera y una invitación a presenciar la procesión del Corpus en Toledo, un evento que García-Page definió como “la fiesta más solemne de las que se celebran en España”.