Mauricio Fernández Garza, alcalde de San Pedro Garza García (Nuevo León, México) y reconocido empresario y mecenas cultural, ha fallecido en el día de hoy a los 75 años a consecuencia del cáncer de pulmón que padecía. La noticia ha conmocionado tanto a México como a España, especialmente a la localidad de Almagro (Ciudad Real), donde el consistorio tenía previsto rendirle un homenaje institucional en reconocimiento a su excepcional labor de conservación patrimonial y su estrecho vínculo con la ciudad manchega.
El político y empresario, miembro del Partido Acción Nacional (PAN), había solicitado licencia de su cargo el pasado 15 de septiembre de 2025 tras admitir públicamente la dificultad de continuar con el tratamiento contra el mesotelioma pleural, cáncer diagnosticado en 2020 y que afecta a la membrana pulmonar. Durante una conferencia de prensa, Fernández Garza comunicó con serenidad que, tras cinco años de lucha contra la enfermedad, había decidido aceptar su condición y retirarse de la vida pública.
Un homenaje que será ya póstumo en Almagro
El Ayuntamiento de Almagro había convocado un Pleno Extraordinario para el próximo 13 de octubre para su nombramiento como Hijo Adoptivo de la localidad, seguido de un solemne acto institucional en el que se le iba a imponer la Medalla de la Ciudad. La laudatio estaba prevista a cargo del profesor Luis Arroyo Zapatero, ex rector de la Universidad de Castilla-La Mancha. Debido a su delicado estado de salud, Fernández Garza iba a intervenir de forma telemática desde México. Con su fallecimiento, el reconocimiento se convertirá ahora en un homenaje póstumo.
La vinculación de Fernández Garza con la ciudad manchega se remonta a la década de los setenta, cuando adquirió en Estados Unidos un artesonado mudéjar del siglo XVI procedente de la antigua iglesia y universidad de Nuestra Señora del Rosario de Almagro. Desde entonces, su relación con la ciudad fue creciendo hasta culminar en 2019 con la adquisición del Palacio de los Marqueses de Torremejía, inmueble del siglo XV en estado de abandono que decidió restaurar íntegramente.
Restauración ejemplar del Palacio de Torremejía
La rehabilitación del Palacio, coordinada por el almagreño Santos Romero Vargas y un equipo internacional de expertos, se convirtió en un modelo de conservación patrimonial. Tras cuatro años de intensos trabajos, el 12 de mayo de 2023 el edificio fue inaugurado en un acto institucional que contó con la presencia de autoridades locales, expertos en patrimonio, amigos del empresario y el embajador de México en España, Quirino Ordaz, quien calificó la obra como “símbolo de la hermandad entre México y España”.
El inmueble, de más de 2.500 metros cuadrados, conserva elementos de gran valor como su fachada renacentista, un patio de columnas isabelinas, artesonados tallados y murales al temple sobre papel de arroz con escenas chinas, indígenas, grecorromanas y de fauna exótica. El Ayuntamiento de Almagro ya ha solicitado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC).
Un legado cultural y transnacional
Fernández Garza expresó en varias ocasiones que su labor en Almagro debía entenderse como una restitución patrimonial: “Esto es una aportación para España, no para mis hijos”, señaló en una entrevista reciente. Asimismo, anunció la creación de una fundación destinada a garantizar la sostenibilidad y apertura al público del Palacio de Torremejía, reforzando la proyección cultural y turística de Almagro y consolidando un legado que trasciende fronteras.
Repercusiones tras su fallecimiento
El fallecimiento de Mauricio Fernández Garza plantea un nuevo escenario en el futuro de la gestión del Palacio de Torremejía. El Ayuntamiento de Almagro ha manifestado su apoyo firme a la Fundación creada por el empresario, considerándola la mejor fórmula para asegurar el uso, la protección y el disfrute público del inmueble.
Con su desaparición, Almagro pierde a uno de sus más ilustres benefactores internacionales, mientras que México se despide de una figura política y empresarial de primer orden. El legado de Fernández Garza perdurará en ambos países, simbolizando la unión entre dos culturas y el compromiso con la preservación del patrimonio histórico.