En un ejemplo de cómo se puede unir fe, tradición y educación desde edades tempranas, el Colegio Molino de Viento de Bolaños de Calatrava ha protagonizado una representación única y entrañable que ha conmovido a toda la comunidad educativa y a los vecinos del municipio. Con la implicación activa de los docentes, el alumnado, y, sobre todo, la colaboración inestimable de madres y padres, el centro educativo ofreció una recreación de todas las hermandades de la Semana Santa Bolañega, una de las más sentidas de la provincia de Ciudad Real.
Con mimo, dedicación, ilusión y una fe que desbordaba cada rincón del colegio, los pequeños cofrades dieron vida a los pasos procesionales. Réplicas de los titulares, andas cuidadosamente preparadas, insignias detalladas y los sonidos característicos de nuestra Pasión llenaron el espacio de emoción. No faltó ningún elemento: nazarenos, costaleros, capataces, mantillas… todo dispuesto al detalle para reflejar con fidelidad el espíritu de nuestras procesiones.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la escenificación de “El Encuentro” entre el Señor Resucitado y la Virgen del Rosario, que rememora ese instante lleno de esperanza y gozo del Domingo de Resurrección. El silencio emocionado de quienes asistieron, padres, docentes y vecinos, reflejó la profundidad con la que los más pequeños fueron capaces de transmitir el mensaje central de nuestra fe: Cristo ha resucitado.
Pero esta iniciativa no solo brilló por su valor estético o su carga emocional. El verdadero tesoro de este acto reside en su profundo valor catequético. Desde edades tempranas, estos niños y niñas se están formando en la fe, conociendo y amando la Catequesis de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, y asimilando unos valores que forman parte esencial de nuestra identidad como pueblo: el respeto, la entrega, el trabajo en equipo y el amor por la tradición.
El colegio se convierte así en un verdadero semillero de cofrades. En sus pequeñas manos, que sujetan varales y estandartes hechos a su medida, y en sus corazones limpios, que laten con la emoción de cada paso, reside el futuro de nuestras hermandades. Son ellos quienes, mañana, portarán con orgullo el legado que hoy les transmitimos. Y mientras sigamos sembrando en ellos el amor por nuestras raíces, la Semana Santa de Bolaños de Calatrava seguirá viva, latiendo con fuerza y renovada esperanza.
Esta representación es una declaración de amor a nuestras tradiciones, una catequesis viva y una muestra de que la fe, cuando se enseña desde el corazón, florece con fuerza en las generaciones venideras.
Porque en Bolaños, la Semana Santa no solo se recuerda. Se vive, se enseña y se hereda.