El Real Madrid añadió una joya más a su corona europea al conquistar su sexta Supercopa de Europa tras vencer 2-0 a la Atalanta en el PGE Narodowy de Varsovia. El equipo dirigido por Carlo Ancelotti, ahora el entrenador más laureado en la historia del club con 14 títulos, se impuso gracias a una magnífica segunda mitad, donde brilló con luz propia Jude Bellingham, junto a los goleadores Fede Valverde y Kylian Mbappé, quien estrenó su cuenta goleadora en su debut con el club blanco.
El partido comenzó con un Real Madrid dominante en la posesión, pero carente de profundidad. A pesar de algunos destellos de calidad entre Vinícius y Mbappé, la Atalanta supo equilibrar las fuerzas, llegando incluso a inquietar a los blancos con un remate que se estrelló en la cruceta. El primer tiempo, con un ritmo que recordaba más a la pretemporada que a una final europea, dejó al Madrid echando en falta la claridad de un retirado Toni Kroos, y a Tchouameni al borde del error fatal. A pesar de esto, los blancos estuvieron cerca de romper el empate con un disparo de Rodrygo al travesaño.
La segunda mitad, sin embargo, trajo un Real Madrid más despierto y ambicioso. Apenas transcurrido un minuto, Courtois recordó al guardameta imbatible de las grandes noches al salvar un cabezazo de Pasalic que pudo haber cambiado el rumbo del partido. Fue entonces cuando Jude Bellingham se adueñó del encuentro. Con su energía y visión, transformó al Madrid y lo condujo hacia la victoria. De sus botas nació la jugada del primer gol, donde un pase de Vinícius encontró a Valverde libre para empujar el balón a la red.
Con el 1-0, los de Ancelotti controlaron el partido y ampliaron la ventaja con un gol de Kylian Mbappé, que no falló en su debut oficial. El francés, algo desaparecido en la segunda mitad, apareció en el momento clave para colocar el balón en la escuadra, sentenciando el encuentro y asegurando el primer título de la temporada para el Real Madrid.
A pesar de algunos intentos tímidos de la Atalanta por recortar distancias, el Real Madrid mantuvo su dominio hasta el pitido final, asegurando así un inicio de temporada perfecto y consolidándose como el equipo más laureado en la historia de la Supercopa de Europa.
