El Parlament de Catalunya ha decidido retirar los Conguitos, los icónicos cacahuetes cubiertos de chocolate, de la oferta de su cafetería. Esta decisión ha causado revuelo entre los diputados y trabajadores habituales del recinto, quienes notaron la desaparición de este producto con cierto asombro. Aunque no ha habido una declaración oficial que vincule esta medida con una política explícita, se especula que podría estar relacionada con las connotaciones racistas que se atribuyen al diseño y al nombre de los Conguitos, un tema que ha generado controversia durante los últimos años.
Los Conguitos: Una historia marcada por la controversia
Los Conguitos, comercializados por la marca Lacasa desde los años 60, han sido durante décadas un producto popular en España. Su empaquetado clásico muestra pequeños personajes de piel oscura, con labios gruesos y rojos, supuestamente inspirados en una caricatura estereotípica de personas congoleñas. Aunque la marca ha intentado modernizar su imagen en los últimos años sigue siendo objeto de críticas por perpetuar estereotipos racistas.
El propio creador del personaje, Juan Tudela Pérez, ha llegado a admitir que no repetiría aquel diseño si lo hubiera creado en tiempos actuales, aunque defiende que en su momento la percepción era diferente. No obstante, la mirada crítica de la sociedad en 2024 hace difícil justificar la imagen de los Conguitos tal como se concibió en el pasado.
A pesar de ello, los Conguitos han seguido ocupando estanterías en tiendas de toda España, y la marca ha lanzado versiones adicionales del producto, como los Conguitos de chocolate blanco o los rellenos de galleta. En 2020, una campaña en la plataforma Change.org intentó sin éxito retirar el producto del mercado por considerarlo racista, pero a diferencia de otros casos —como la marca del Cola Cao, que eliminó su famosa melodía del “negrito del África tropical”—, los Conguitos han sobrevivido a las críticas.
El Parlament de Catalunya prescinde de los Conguitos: ¿Por una medida de igualdad?
La controversia sobre los Conguitos finalmente ha llegado al Parlament de Catalunya, donde la cafetería ha decidido eliminarlos de su oferta. Si bien no se ha emitido ninguna directriz oficial al respecto, en los pasillos del Parlament se ha especulado con la posibilidad de que la medida esté inspirada por el Plan de Igualdad de la cámara catalana. Sin embargo, los responsables del servicio de restauración han desmentido haber recibido instrucciones directas en este sentido. Según afirman, la decisión se tomó después de que algunos comentarios espontáneos en la barra sugirieran que la denominación “Conguitos” no era adecuada para los tiempos actuales.
Sea cual sea la razón exacta, el resultado es que, una vez agotado el stock de Conguitos en la cafetería, el producto ha desaparecido por completo de la oferta del Parlament.
La importancia de la reflexión sobre los productos culturales
Este movimiento del Parlament de Catalunya refleja un debate mucho más amplio sobre el racismo en los productos de consumo y la representación de estereotipos raciales en la cultura popular. Cada vez más, marcas y organizaciones se enfrentan a la necesidad de reevaluar sus productos a la luz de las sensibilidades contemporáneas, un proceso que ha llevado a la eliminación o modificación de ciertos elementos considerados ofensivos.
A pesar de que los Conguitos han resistido cambios significativos durante más de 60 años, las críticas hacia el personaje y su denominación han cobrado fuerza en los últimos tiempos, con más voces señalando que perpetúan una imagen reduccionista y estigmatizadora de las personas de origen africano. Lo que en su momento se consideró aceptable o incluso simpático, hoy es objeto de escrutinio en un contexto social que busca erradicar el racismo en todas sus formas, incluso en algo tan cotidiano como un cacahuete cubierto de chocolate.