La Biblioteca Municipal Casa de la Capellanía de Miguelturra se convirtió en el escenario de presentación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro 2025, que celebrará su 48ª edición del 3 al 27 de julio en la emblemática ciudad encajera. Este acto supuso la reafirmación del carácter comarcal, abierto y profundamente manchego que Irene Pardo ha sabido imprimir a uno de los festivales culturales más prestigiosos de España.
El evento contó con la presencia del alcalde de Miguelturra, Luis Ramón Mohíno, la directora del Festival, Irene Pardo, la concejal de Cultura, Carmen María Mohíno, y miembros de la Corporación Municipal, que acompañaron la proyección de dos vídeos promocionales que anunciaban la llegada de un verano cargado de teatro, historia y emoción en Almagro y su comarca.
El Festival que traspasa fronteras culturales
Luis Ramón Mohíno no escatimó elogios al referirse al festival como “un fenómeno cultural que trasciende el propio teatro”, en referencia a las múltiples actividades transversales que se despliegan en torno a la programación oficial. Más allá de las funciones en los espacios teatrales, el festival llena de vida calles, plazas, centros culturales y ahora, también, otros municipios del Campo de Calatrava.
El alcalde agradeció expresamente a Irene Pardo por “comarcalizar el Festival”, una visión estratégica que ha logrado proyectar su influencia fuera de los muros de Almagro. “El Campo de Calatrava necesita del Festival, y es un gran acierto que se haya institucionalizado esta apertura desde el año pasado”, afirmó. También tuvo palabras de reconocimiento para la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, por facilitar el acceso de toda la ciudadanía a las distintas actividades culturales.
Además, Mohíno quiso destacar la renovación que vive el teatro clásico bajo la dirección de Pardo, con un enfoque contemporáneo y accesible para las nuevas generaciones: “Está acercando el teatro clásico a nuestro tiempo, demostrando su plena vigencia”.
Una directora con raíces periféricas y alma calatrava
Por su parte, Irene Pardo emocionó con un discurso cargado de autenticidad y compromiso cultural. Proveniente del Cabo de Gata, recordó cómo su primer contacto con el Festival de Almagro le cambió la vida cuando era estudiante de Filología. “Venir al Festival me transformó tanto, que decidí trasladarme a estudiar a Ciudad Real y viví un año en Almagro. Le tengo un cariño enorme a esta tierra”, confesó.
La directora insistió en la dimensión calatrava del festival, destacando que “el Festival necesita al Campo de Calatrava tanto como el Campo de Calatrava se nutre del Festival”. Invitó a todos a disfrutar de una experiencia cultural completa que no se limita a las butacas, sino que incluye el descubrimiento del patrimonio, la gastronomía y la naturaleza de la comarca, mencionando lugares como Cerro Gordo o la posibilidad de degustar productos locales.
Un festival con alma de siglo XXI
La edición número 48 se presenta como una de las más diversas y ambiciosas hasta la fecha. Según Pardo, la programación incluirá teatro, danza, música, circo en la calle, recitales, y actividades especialmente pensadas para la infancia y la conciliación familiar, como una ludoteca y talleres de cocina del Siglo de Oro. Una de las grandes citas será el estreno de Fuenteovejuna por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y el Premio Corral de Comedias será entregado a la icónica Cristina Hoyos.
Además, el Festival busca romper la barrera del calendario, extendiendo su actividad más allá de julio, con iniciativas como residencias artísticas realizadas ya en el mes de marzo, con el objetivo de convertir el Festival en un dinamizador cultural durante todo el año.
La cultura como valor esencial
Lejos de limitarse al impacto económico en la hostelería o el turismo, Irene Pardo defendió con firmeza la cultura como un bien esencial: “Nos enriquece como personas, más allá de llenar hoteles y bares”. Con esa premisa, animó a todos los ciudadanos de la comarca a sentirse parte de una gran comunidad cultural y a vivir intensamente un festival que no solo honra el legado del Siglo de Oro, sino que lo impulsa hacia el futuro.