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jueves, julio 31, 2025

El Festival de Almagro 2024 bate récords: 74.000 asistentes y 577.000€ en taquilla

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La 48ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha culminado este domingo tras 25 días de intensa programación en los que se han podido ver 52 espectáculos en los que han trabajado 700 profesionales y que han sumado 103 funciones. La asistencia total de este año supera los 74.000 asistentes (un 14% más que el anterior) y la ocupación media ha estado en el 92%, con numerosos llenos absolutos.

La recaudación total alcanza los 577.000 euros, un 6,5% más que en 2024, “consolidando un modelo de cultura pública que combina excelencia artística, compromiso social y sostenibilidad territorial”, ha afirmado la directora del Festival, Irene Pardo, en una rueda de prensa celebrada esta mañana en el Parador de Almagro.

Pardo ha recordado, además, que según el estudio realizado por la Universidad de Castilla-La Mancha sobre la edición anterior, el impacto económico del certamen en el territorio es de 4,2 millones de euros: “El Festival reafirma su papel como motor cultural, ciudadano y económico en el corazón de Castilla-La Mancha”, ha subrayado.

En total, más de 40.500 personas ha asistido a los espectáculos escénicos y más de 33.600 han participado en actividades paralelas, “consolidando un Festival al que no sólo se asiste, sino que se vive”, en palabras de Pardo. “El dato de ocupación habla no sólo del éxito de público, sino de un vínculo sostenido en el tiempo: Almagro no convoca espectadores, construye comunidad”.

“El Festival de Almagro es hoy mucho más que un evento cultural”, destaca Pardo: “es un lugar donde el pasado se actualiza, donde el arte se comparte, donde la ciudadanía se piensa. Un teatro que no decora, explica. Un espacio que no entretiene, conmueve. Un Festival que no repite, reinventa”.

“Gracias al respaldo de su público, al compromiso de su equipo y al apoyo de las instituciones que integran el Patronato —el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Diputación de Ciudad Real, Ayuntamiento de Almagro, la Universidad de Castilla-La Mancha, la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Museo Nacional de Artes Escénicas—, el Festival continúa ensayando otra forma de cultura: pública, crítica, hospitalaria y transformadora. Almagro no es sólo un Festival. Es una forma de estar en el mundo”.

Actualización del legado

El balance de #Almagro48 revela también el compromiso del Festival con la permanente actualización del legado del Siglo de Oro: 29 espectáculos han sido de creación contemporánea junto a los 23 de autoría clásica; y además visibiliza su ambición interdisciplinar con espectáculos de 50 compañías —ocho internacionales— que han subido a las tablas 32 propuestas de teatro, 11 de música, 5 de circo, dos de danza, una dramatización radiofónica y un ‘podcast’. “El Siglo de Oro no es aquí un espacio intocable, sino un archivo vivo que se reescribe con cuerpos nuevos, preguntas actuales y miradas plurales”, ha defendido Pardo.

Precisamente, la edición de este año arrancó con una declaración de principios: por primera vez en su historia el Premio Corral de Comedias se ha entregado a una figura de la danza, la gran bailaora Cristina Hoyos. El homenaje de este año ha estado dedicado a la compañía Morboria Teatro, que ha celebrado aquí su 40º aniversario con una asombrosa exposición antológica y la representación de su pieza más reciente, ‘Lo que son mujeres’, de Rojas Zorrilla. Y el titán de la escena Juan Echanove ha visitado el Festival para recoger el Premio Lorenzo Luzuriaga que otorga el sindicato UGT.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico ha dicho un hola y adiós: el estreno de una poderosa ‘Fuenteovejuna’ orquestada por Rakel Camacho ha sido la puesta de largo de la nueva directora del institución, Laila Ripoll; mientras el ‘Don Gil de las calzas verdes’ visto por la británica Sarah Kane ha marcado la despedida de la sexta promoción de la Joven Compañía.

Además, la CNTC ha tenido una participación “decisiva” con otras tres producciones: ‘Los dos hidalgos de Verona’, en colaboración con Cheek by Jowl; ‘FARRA’, una pieza de circo contemporáneo de la compañía de Lucas Escobedo; y ‘La fortaleza’, de Lucía Carballal. Su participación se ha extendido también a los certámenes Barroco Infantil, Almagro OFF y a diversas acciones de accesibilidad y mediación artística.

La 48ª edición ha consolidado una presencia equilibrada de mujeres en los ámbitos de la creación y la dirección escénica con 31 directoras y 32 autoras —22 contemporáneas y 10 clásicas—, “que han ofrecido propuestas que amplían el canon”, destaca Pardo. En esta misma línea destaca el proyecto ‘GENIAS’, una instalación audiovisual que, ha anunciado, viajará a Montevideo en octubre y también a muchos teatros de España.

Almagro se ha convertido también en un polo de atracción para que artistas hasta ahora alejados del Siglo de Oro se hayan lanzado a explorar el vastísimo legado del Barroco: el actor y bailarín Alberto Velasco ha explorado en ‘La jácara de los cuerpos imposibles’ las disidencias de género ocultas a plena vista en los textos áureos; Ángel Ruiz ha reconstruido una trama cortesana jalonada de canciones barrocas con ‘El rey de la farándula’; la cantaora AnaMar se ha dejado guiar por la directora Paula Rodríguez para relacionar los versos de Ana Caro de Mallén a los palos del flamenco en ‘ANA por ANA’; o Cristina Subirats ha encontrado en ‘Free Britney’ que la desgraciada vida familiar de la cantante pop es un trasunto del encierro de Segismundo en ‘La vida es sueño’ de Calderón. Y es que, como dicen Las hijas de Felipe, que han acudido al Corral de Comedias para grabar su popular ‘podcast’, “todo lo que te pasa a ti ya le pasó a alguien en el siglo XVI y XVII”.

Y junto a ellas, no han faltado a su cita los grandes nombres de la escena clásica: Rafael Álvarez ‘El Brujo’ ha estrenado un nuevo título, ‘Volar con los pies en el suelo’; Ron Lalá ha surcado el Atlántico —quién sabe en qué dirección— con ‘La desconquista’; o la portuguesa Chapitô, que ha traducido al lenguaje del cuerpo el ‘Rey Lear’ de Shakesperare. También han visitado el Festival compañías de Uruguay, Marruecos, China, México o Argentina. Para ello se ha reforzado la cooperación con instituciones como AECID, Acción Cultural Española, el Instituto de las Mujeres y diversas embajadas.

Esta dimensión global convive con el compromiso territorial: de las 42 compañías nacionales ha habido una destacada representación de Madrid (19) y de Castilla-La Mancha (8): “Almagro se proyecta al mundo sin dejar de cultivar su entorno más cercano”, explica Pardo.

La accesibilidad, la mediación y la inclusión son pilares fundamentales del Festival: 50 funciones han tenido apoyo auditivo, ha habido seis representaciones accesibles con audiodescripción y lengua de signos y otras tantas acciones de acción social y comunitaria. Entre ellas destaca ‘Acaricia un verso’, un proyecto realizado con ONCE y la Dirección General del Libro, que ha celebrado el centenario de la edición en braille de ‘El Quijote’. Conducida por María Adánez, la propuesta permite a las personas videntes vivir una escena desde la experiencia sensorial de las personas ciegas.

Este año, el Festival ha continuado también su proyecto de mediación ‘EL PICAO+’, un paseo escénico y afectivo por la memoria de Almagro. Impulsado por el Festival y La Chivata Teatro, ha unido a adolescentes, personas mayores, miembros del colectivo LGTBIQ+ y público en una experiencia escénica por las calles de la ciudad. “El teatro ha servido como punto de encuentro entre memorias, cuerpos y tiempos distintos, revelando la potencia del arte como herramienta de cohesión”, ha dicho Pardo.

Actividades paralelas

“Cada año, miles de personas eligen Almagro como punto de encuentro no sólo para asistir a un espectáculo, sino para vivir una experiencia”, recuerda la directora , que ha evocado las palabras de muchos espectadores. “Saben que aquí se produce algo más que una representación: se genera una conversación entre el talento y la reflexión contemporánea, desde la raíz profunda de nuestro patrimonio del Siglo de Oro”.

“El Festival no sólo se vive en los escenarios: se amplifica en las calles, en el patrimonio arquitectónico, en los sabores de la gastronomía local y en los reencuentros que se repiten año tras año”, ha explicado. “Esta fidelidad no se explica sólo por la calidad artística, sino por el modo en que el Festival ha tejido una comunidad cultural que crece y se reconoce en Almagro como un lugar para imaginar en común”.

Así, se han celebrado 141 sesiones de 51 actividades, reuniendo en total a más de 33.600 personas entre las propuestas del Museo Nacional de Artes Escénicas, las exposiciones, la formación, los premios y homenajes y el medio centenar de eventos dentro del paraguas Almagro 360º, de los que han disfrutado casi 6.400 asistentes que han vuelto a completar en tiempo récord los aforos. Las clases de cocina ‘Duelos y Quebrantos’ y ‘Don Repollo y Doña Berza’, o la cata comentada ‘Saborea el Siglo de Oro’ han sido algunos de los momentos estelares pero también han destacado tres nuevas ofertas: las rutas patrimoniales para descubrir la riqueza de la provincia, ‘Almagro escénico’ que ha ofrecido recorrer los espacios escénicos de la ciudad, y los autobuses gratuitos desde Ciudad Real.

De nuevo, ha tenido una gran acogida el itinerario ‘Sal de ronda’ por los bares y restaurantes de Almagro —que han ofrecido tapas especiales inspiradas en el Siglo de Oro—, el ‘gastrobus’ a las bodegas y almazaras de la región, los ‘Encuentros a plena luz’ de la mano del Ateneo, los recorridos teatralizados por el Parador, la Feria de Artesanía —con un concurso final en redes sociales—, los talleres de encaje de bolillos, o la Fiesta Barroca a modo de colofón. Todas estas actividades ha sido posibles gracias a la colaboración de la Diputación de Ciudad Real, la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava, el Centro Internacional de Gastronomía Cinegética de Almagro (Venari), el Parador de Almagro, el Ateneo de Almagro, la Asociación de Turismo de Almagro, la Asociación AMIARTE y la Asociación de Comercio de Almagro (ANCA).

Pardo ha querido mostrar su agradecimiento “al INAEM, a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a la Diputación de Ciudad Real, al Ayuntamiento de Almagro, y a las empresas que nos han acompañado —Globalcaja, Iberdrola, ADIF, Renfe— por no olvidar que la cultura no se sostiene sin alianzas”.

Y ha concluido con una reflexión: “El Festival de Almagro es hoy una manifestación colectiva de compromiso con la cultura respaldado por su público, por el tejido artístico y asociativo, por quienes creen que una democracia también se construye con belleza, pensamiento y emoción. Un lugar donde reconocernos sin miedo. Donde el conocimiento se comparte, el arte nos reúne”.

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