El candidato Ángel Montero Sánchez-Crespo, quien se destacó entre sus competidores en las oposiciones para Policía Local de Almagro, ha comenzado hoy el exigente curso de formación inicial en la prestigiosa Escuela de Protección Ciudadana de Castilla-La Mancha. Este curso, que forma parte de la XXXVII edición, es un requisito indispensable para que los aspirantes adquieran la condición de funcionarios de carrera y se incorporen oficialmente a los cuerpos de Policía Local.
Un proceso exigente para alcanzar la excelencia
Ángel Montero logró la mayor puntuación en las pruebas selectivas para cubrir una plaza mediante oposición libre, destacándose no solo por su preparación sino también por su compromiso con el servicio público. Ahora enfrenta un nuevo reto: completar un curso de 1.700 horas compuesto por diez módulos esenciales que abarcan desde formación jurídica y técnica policial hasta tiro, emergencias y conocimientos psicosociales.
Este curso no solo evalúa la capacidad técnica de los aspirantes, sino también su habilidad para adaptarse a las exigencias del cargo, con un enfoque en la seguridad ciudadana y la protección de los derechos y libertades fundamentales.
Un curso con perspectiva regional e inclusiva
El inicio de este curso, que reúne a 73 alumnos y alumnas provenientes de 26 municipios de Castilla-La Mancha, contó con la presencia del director general de Protección Ciudadana, Emilio Puig. En su intervención, Puig destacó la calidad de la formación impartida en esta escuela, reconocida por la experiencia y profesionalismo de su cuerpo docente.
Además, subrayó el creciente número de mujeres que se suman a las filas de la Policía Local en la región, señalando que 23 de los participantes en esta edición son mujeres, lo que representa un 31 % del total. Este avance refleja los esfuerzos normativos implementados por el Gobierno regional para fomentar la igualdad de género en las fuerzas de seguridad.
La clave del éxito: Formación integral
El curso de formación básica no solo prepara a los aspirantes en aspectos técnicos, sino que también busca inculcar valores y aptitudes necesarias para responder a las demandas de los ciudadanos. Entre los módulos abordados destacan temas de tráfico y seguridad vial, policía comunitaria y emergencias, todos esenciales para garantizar un servicio público de calidad.
El programa culmina con prácticas en los centros de destino de los alumnos, un paso crucial para que puedan poner en práctica sus conocimientos en situaciones reales y bajo la supervisión de agentes experimentados.
Compromiso con el servicio público
En su intervención, Emilio Puig destacó el sacrificio y esfuerzo personal que supone superar este proceso formativo. Subrayó que los uniformes que los futuros policías locales portarán en sus respectivos municipios son un símbolo de responsabilidad, compromiso y dedicación hacia la sociedad.
Puig también alentó a los aspirantes a considerar este curso como el inicio de una carrera llena de oportunidades para la especialización, la actualización de conocimientos y el ascenso profesional. Según expresó, la constante capacitación de los agentes redunda directamente en un servicio público más eficiente y en beneficio de todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha.
