El sector agrario español vuelve a alzar la voz. El próximo 16 de diciembre, agricultores y ganaderos de toda España se concentrarán frente al Ministerio de Agricultura en Madrid para exigir respuestas ante la crisis que atraviesan sus explotaciones. Convocada por las principales organizaciones agrarias, ASAJA y COAG, la protesta pone de manifiesto la falta de soluciones eficaces a problemas estructurales que afectan a la agricultura y ganadería española.
Razones de una protesta ineludible
Las reivindicaciones que llevaron al campo a manifestarse en 2023 y principios de 2024 siguen vigentes. A pesar de las medidas adoptadas por el Ministerio de Agricultura, las soluciones implementadas no han logrado aliviar la presión sobre las explotaciones agrícolas y ganaderas. Entre las principales preocupaciones del sector destacan:
- Altos costes de producción y bajos precios en origen: Los márgenes de los productores son cada vez más estrechos, poniendo en peligro la sostenibilidad económica de las explotaciones.
- Reformas pendientes: Cambios urgentes en la Ley de la Cadena Agroalimentaria y en el sistema de Seguros Agrarios son demandas históricas que aún no se han materializado.
- Adaptación de la reforma laboral: Los costes salariales y las necesidades del sector no han sido considerados adecuadamente, afectando la competitividad.
- Falta de inversión en infraestructuras e hídrica: Las políticas hidráulicas son insuficientes para combatir tanto los déficits endémicos de agua como los daños provocados por fenómenos climáticos extremos como la DANA.
- Impacto de los acuerdos comerciales internacionales: Los tratados de libre comercio de la UE con terceros países, como el reciente acuerdo con MERCOSUR, permiten la entrada de productos agrícolas que no cumplen con los mismos estándares que los europeos, perjudicando gravemente a los productores nacionales.
Un problema global, consecuencias locales
La apertura comercial con terceros países es uno de los temas que más preocupa a los agricultores y ganaderos españoles. Productos provenientes de Chile, Marruecos, Nueva Zelanda y MERCOSUR llegan al mercado europeo con precios por debajo del coste de producción nacional. Además, estas importaciones no siempre cumplen con las normativas comunitarias en materia de sostenibilidad, calidad y trazabilidad.
El impacto es devastador: cierres de explotaciones, pérdidas económicas insostenibles y el debilitamiento de un sector vital para la economía y el medio rural español.
El clamor por un cambio de rumbo
El mensaje de las organizaciones convocantes es claro: es necesario un cambio radical en las políticas agrarias. Entre las demandas más urgentes, ASAJA y COAG destacan:
- Un modelo de defensa activa del sector agrario frente a la competencia desleal de terceros países.
- Políticas hidráulicas que aseguren un uso eficiente y equitativo del agua.
- Reformas legislativas que fortalezcan la posición de los productores en la cadena agroalimentaria.
- Medidas que impulsen el relevo generacional y frenen el éxodo rural.
Una nueva marcha del campo en Madrid
El acto del 16 de diciembre no será la primera vez que agricultores y ganaderos lleven sus reivindicaciones al corazón de la capital. La tractorada de febrero de 2024 marcó un hito en la movilización del sector. Sin embargo, las promesas gubernamentales que surgieron de aquellas protestas no han sido cumplidas, según denuncian las organizaciones convocantes.
La cita, programada frente al Ministerio de Agricultura, es una llamada de atención urgente para evitar que el sector toque fondo de forma irreversible.
El futuro del campo español en juego
La protesta no solo busca visibilizar los problemas del sector, sino también defender el papel crucial que la agricultura y la ganadería desempeñan en la sociedad. Garantizar la soberanía alimentaria, mantener la actividad en las zonas rurales y preservar el medio ambiente son objetivos que no pueden ser ignorados.
El próximo 16 de diciembre, el campo español vuelve a Madrid para reclamar un futuro digno y sostenible. La manifestación será una oportunidad para que agricultores, ganaderos y ciudadanía unan fuerzas en defensa de uno de los pilares fundamentales de la economía y la cultura del país.