El Trofeo JCCM de fútbol sala femenino vivió una de sus finales más emocionantes este año en Chiloeches, donde el equipo de Guadalajara se proclamó campeón tras vencer al Almagro FSF en una disputada tanda de penaltis (4-5). El partido, que terminó con un empate 3-3 en tiempo reglamentario, estuvo marcado por la intensidad, la polémica y el esfuerzo de ambos equipos, dejando un sabor agridulce en las almagreñas, que estuvieron cerca de alzar el título.
Polémica por la sede: Una final disputada en terreno local
La elección de Chiloeches como sede para la final generó controversia desde el principio. Aunque la organización justificó su decisión alegando que en años anteriores las finales se habían disputado mayoritariamente en la provincia de Ciudad Real, el hecho de que el equipo “visitante” jugara “en casa” no pasó desapercibido. Sin embargo, las jugadoras del Almagro FSF demostraron que estaban centradas en competir y luchar por el título, dejando de lado las circunstancias externas.
Un inicio dominado por el Almagro FSF
El partido comenzó con un dominio claro del Almagro FSF, que desplegó una presión alta desde los primeros minutos. La estrategia dio frutos rápidamente, ya que en el minuto 10, una combinación entre Mayte y Sofía permitió a Raquel abrir el marcador con un remate certero (1-0). Apenas dos minutos después, Rebeca ampliaba la ventaja con un golazo desde 15 metros que dejó sin opciones a la portera local (2-0).
Chiloeches reaccionó en el tramo final de la primera mitad, encontrando su recompensa tras un córner mal despejado que permitió a Becha recortar distancias (2-1). La figura de la portera almagreña, Nerea, fue clave durante esta etapa, realizando intervenciones decisivas para mantener la ventaja parcial al descanso.
Un segundo tiempo lleno de alternativas
La segunda parte mostró a un Chiloeches más agresivo y decidido a buscar el empate. Tras varios minutos de insistencia, Becha volvió a aparecer para igualar el marcador (2-2) con un disparo que superó la defensa almagreña. La lesión de Nerea en los últimos minutos supuso un contratiempo para el Almagro FSF, pero la entrada de Elena Calzado, portera del filial, aportó solvencia en un momento crítico.
Cuando parecía que el partido se encaminaba hacia la prórroga, Alba Peña devolvió la ventaja al Almagro FSF con un gol que desató la alegría en el banquillo visitante (3-2). Sin embargo, la fortuna no estuvo del lado de las almagreñas, ya que en el último minuto, Chiloeches, con una jugadora menos, logró empatar tras un disparo de Noelia que se desvió de forma inesperada (3-3).
La tanda de penaltis: Decisión final en un duelo de altura
Con el empate en el marcador, el título se decidió en la tanda de penaltis. Ambos equipos mostraron temple y precisión, pero Chiloeches estuvo más acertado, llevándose la victoria por 4-5.
La final fue un reflejo del alto nivel competitivo de ambos conjuntos, destacando el esfuerzo de las jugadoras del Almagro FSF, que se dejaron todo en el campo pese a las adversidades.
Orgullo y esperanza para el Almagro FSF
Aunque el Almagro FSF no pudo alzarse con el trofeo, su actuación en esta final ha reafirmado su posición como uno de los equipos más competitivos del fútbol sala femenino en Castilla-La Mancha. El equipo almagreño demostró garra, talento y compromiso, quedándose a un paso de la gloria en un escenario complicado.
La polémica por la sede quedará como una nota al margen en un partido que será recordado por la intensidad y emoción hasta el último minuto. El Almagro FSF ya piensa en el futuro, con la motivación de seguir luchando por grandes objetivos y el apoyo incondicional de su afición.
El Trofeo JCCM 2024 será para Chiloeches, pero el Almagro FSF se lleva el respeto y el orgullo de quienes valoran el esfuerzo y el juego limpio en el deporte.