Almagro vive estos días una tormenta política sin precedentes. A pocos días de que se vote una moción de censura que podría cambiar el rumbo del Ayuntamiento, el alcalde Francisco Javier Núñez, del Partido Popular, ha lanzado un mensaje contundente a la ciudadanía a través de las redes sociales de su formación: “Estamos ante la mayor traición a la voluntad de los ciudadanos de Almagro”.
En un emotivo y contundente vídeo difundido por el PP, el primer edil arremetió contra lo que considera una alianza improvisada, carente de rumbo y motivada únicamente por intereses personales y partidistas. “No tienen proyecto, ni respaldo suficiente para gobernar con solvencia”, denunció, subrayando que quienes impulsan la moción “no han dado la cara ni explicado sus verdaderos motivos”.
Una moción basada en el rencor
Desde el equipo de gobierno, se insiste en que esta maniobra política responde únicamente al rencor y a intereses oportunistas, sin ninguna justificación sólida. El PSOE, que presume de una ajustada victoria de apenas 45 votos en las elecciones municipales de 2023, es acusado de ignorar que las tres fuerzas del cambio sumaron casi mil votos más que ellos.
“Hoy existe un empate técnico en el Ayuntamiento. El PSOE no tiene mayoría suficiente, y el único edil que podría inclinar la balanza debería recordar que el eje principal de su campaña —y la razón por la que fue votado— era impedir que el candidato socialista llegara al poder”, denuncian fuentes municipales próximas al alcalde.
“No podemos volver al pasado”
Francisco Javier Núñez apeló directamente a la ciudadanía para pedir que no se normalice esta maniobra, que considera “una grave agresión a la estabilidad política y a la voluntad popular”. Haciendo balance de los dos años de gobierno, el alcalde recordó que su equipo ha trabajado “sin descanso” por el pueblo, sacrificando incluso su vida personal para devolver la esperanza a un Almagro que, según sus palabras, estaba “apagado en el tiempo”.
“Este nuevo Almagro ha recuperado servicios, ha pagado a todos sus proveedores, ha devuelto la confianza a los inversores y tiene capacidad real para realizar grandes inversiones”, afirmó. Entre los proyectos destacados se encuentran la renovación del Paseo de los Toros, mejoras en el campo de fútbol, la recuperación de la antigua universidad, y el desarrollo de una nueva urbanización.
“Todo esto podría irse al traste si prospera una moción promovida por quienes, durante años, no hicieron nada por su ciudad. No podemos permitir que ahora vengan a parasitar los logros conseguidos”, sentenció con firmeza.
Una nueva generación frente a la vieja política
El discurso del alcalde subraya una narrativa intergeneracional: la confrontación entre una “nueva generación” que gobierna, innova y transforma, y una “vieja política” aferrada al poder, sin capacidad ni voluntad de construir. Núñez fue claro: “Es fácil criticar desde la comodidad de la oposición, pero gobernar exige coraje, entrega y responsabilidad. Cualidades que no abundan en el actual Partido Socialista ni en su nuevo socio”.
En un gesto simbólico, el alcalde aseguró que, si debe elegir entre el cargo y sus principios, optará por lo segundo. “Aunque la vieja política nos haga creer que siempre hay que aferrarse al cargo a cualquier precio, la nueva política está aquí para reivindicar que lo importante son los valores”.
El pueblo, llamado a alzar la voz
Francisco Javier Núñez cerró su intervención animando a la ciudadanía a expresarse con respeto, pero también con firmeza. “Cuando no se puede votar, hablar se convierte en un deber. Cuando se quiere silenciar a la mayoría, es más necesario que nunca alzar la voz”.
En un momento de máxima tensión institucional, el futuro de Almagro queda en manos de una moción de censura que podría deshacer los cimientos construidos en los últimos dos años. Mientras tanto, el equipo de gobierno actual apela a la ciudadanía y a la memoria colectiva para evitar lo que consideran “un paso atrás en el desarrollo y la dignidad del pueblo”.
El resultado de esta moción marcará un antes y un después en la política local. Lo que está en juego no es solo el cargo del alcalde, sino el modelo de ciudad por el que Almagro ha apostado en los dos últimos años. ¿Triunfará el rencor o prevalecerá la voluntad popular? El desenlace está a punto de escribirse.