El Presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, transformó este miércoles, en vísperas de la Nochebuena, la sede institucional de la Presidencia en un espacio de convivencia y tradición. En un acto de cercanía, abandonó el protocolo para celebrar las tradicionales migas navideñas junto los trabajadores de su sede y de varias consejerías del Gobierno regional.
El escenario elegido fue el histórico Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia regional en Toledo, que intercambió por unas horas su aire solembre por un ambiente distendido y festivo. Entre platos de suculentas migas manchegas y el acompañamiento de vinos de La Mancha, el Presidente departió de manera cercana y directa con todo el personal.
Durante el encuentro, García-Page compartió anécdotas, intercambió comentarios y trasladó sus felicitaciones navideñas personales a cada asistente. El acto, que se enmarca en una tradición consolidada de su mandato, destacó por la naturalidad y el espíritu de equipo, fomentando un diálogo horizontal lejos de las jerarquías habituales.

