El frágil equilibrio de la coalición entre el Partido Popular (PP) y Vox en el Ayuntamiento de Ciudad Real se ha quebrado tras el anuncio de Vox de suspender “de momento” su acuerdo de gobierno. El detonante: la negativa de la concejalía de Educación, liderada por la popular María José Escobedo, a retirar el cuadernillo ‘Mandalas con valores’, un material didáctico que ha desatado una guerra ideológica en plena aula política.
El conflicto: ¿Adoctrinamiento o educación inclusiva?
Vox, a través de su teniente de alcalde Ricardo Chamorro, acusa al cuadernillo de ser un instrumento de “adoctrinamiento” al abordar la diversidad familiar. El material, distribuido a escolares que visitan el Ayuntamiento, incluye ilustraciones para colorear con mensajes como “cada familia es única, pero todas son igual de válidas”, mostrando estructuras familiares diversas: desde hogares con dos padres o dos madres hasta aquellos encabezados por abuelos.
Chamorro argumenta que la publicación invade competencias de la concejalía de Familias y Mayores y critica que se “imponga una ideología” al definir qué modelos familiares son “válidos”. “No vamos a ceder en el adoctrinamiento a menores”, insistió, asegurando que su retirada se había pactado previamente en una reunión de coordinación. Sin embargo, Escobedo ha desmentido categóricamente esa versión: “No se van a retirar. Hablan de corresponsabilidad y respeto, bases para una ciudad inclusiva”.
El cuadernillo en el ojo del huracán
El ‘Mandalas con valores’ se presenta como una herramienta pedagógica para fomentar la creatividad y la concentración, combinando actividades lúdicas con mensajes sobre igualdad y diversidad. En su portada se lee: “Una manera fantástica de normalizar la diversidad, la corresponsabilidad y la igualdad”. Las críticas de Vox se centran en las páginas que, según Chamorro, “confunden a los niños” al mostrar realidades familiares alejadas del “modelo tradicional”.
Para la concejalía de Educación, sin embargo, el material busca reflejar la sociedad actual. “Lo que no puede faltar es amor y respeto”, subraya uno de los textos del cuadernillo, algo que Escobedo defiende como un pilar educativo: “No se puede lograr respeto sin respetar la dignidad de cada individuo”.
Tensiones en la coalición: ¿Hacia una ruptura definitiva?
La suspensión del acuerdo de gobierno por parte de Vox no solo evidencia la fractura ideológica entre ambas formaciones, sino que plantea interrogantes sobre la gobernabilidad en Ciudad Real. Chamorro ha dejado la puerta abierta a reanudar las conversaciones, pero advierte: “Si el PP insiste en esta línea, no habrá avance”.
Desde el PP, la postura es firme. Escobedo, respaldada por su grupo, insiste en que el cuadernillo no será retirado, lo que sugiere que la ballesta política está cargada. Mientras, el silencio del Ayuntamiento para aclarar el estatus del material —¿retirado o no?— añade más leña al fuego.
Implicaciones más allá de Ciudad Real
Este enfrentamiento local refleja un conflicto nacional: la pugna entre la promoción de valores progresistas y la resistencia de sectores conservadores. Vox, que ya ha protagonizado choques similares en otras regiones —como en cuestiones de memoria histórica o educación sexual—, utiliza este caso para reafirmar su narrativa contra lo que considera “imposiciones ideológicas”.
Para el PP, el dilema es complejo: ceder a Vox podría debilitar su imagen ante un electorado moderado, pero mantener el pulso arriesga la estabilidad de gobiernos coaligados, clave en municipios y autonomías.
¿Qué sigue?
La crisis en Ciudad Real podría convertirse en un termómetro para otras coaliciones PP-Vox. Si ninguna de las partes retrocede, la ruptura podría extenderse, afectando no solo a la gestión municipal sino también al mapa político previo a próximas elecciones. Mientras, el cuadernillo de mandalas —diseñado para calmar mentes infantiles— ha logrado, irónicamente, encender la mecha de una batalla que trasciende el papel y los lápices de colores.
En un contexto donde la educación se ha convertido en campo de batalla cultural, esta disputa subraya una pregunta incómoda: ¿Dónde termina la formación en valores y empieza el adoctrinamiento? La respuesta, como los mandalas, parece depender de los colores con que se mire.
