Con la llegada del frío de finales de otoño y principios de invierno, en los pueblos de la comarca del Campo de Calatrava, se despierta el antojo por los reconfortantes platos tradicionales. Son recetas que parecen diseñadas para combatir las bajas temperaturas, aportando energía y, sobre todo, un toque de nostalgia que nos recuerda los fogones de nuestras abuelas y madres. Esta es la temporada ideal para disfrutar de la llamada comida “de cuchara”: pucheros, cocidos y suculentos potajes de garbanzos y judías enriquecidos con carnes, chorizos, y morcillas, y un sin fin de exquisitos platos tradicionales de la cocina de nuestras abuelas.
Las “Gachas de Pitos”: Una receta ancestral con historia y sabor
Entre estos platos típicos de invierno destacan las tradicionales gachas manchegas, una receta con siglos de historia, que era especialmente popular entre los pastores y campesinos de la región en los fríos días de invierno. Las gachas se preparan con harina de almorta o de “pitos”, y se enriquecen con ingredientes sencillos pero llenos de sabor, como panceta, chorizo, tostones y ajos fritos. Aunque estos ingredientes varían según las costumbres de cada pueblo del Campo de Calatrava, la esencia sigue siendo la misma: un plato humilde, lleno de tradición y perfecto para compartir.
La elaboración original de las gachas se realizaba en una sartén, y una de sus particularidades es que se solía consumir en grupo, en torno a la sartén aún caliente, compartiendo el plato con cucharas o con trozos de pan. Este pan, tradicionalmente un pan “sentado” del día anterior, permitía mojar en la sartén sin romperse, y con frecuencia se pinchaba en la navaja o cuchillo, para disfrutar cada bocado con estilo.
El pan de cruz: El compañero ideal de las “Gachas de Pitos”
Una parte esencial de este plato es el pan de cruz, típico de la región. Aunque hoy en día aún se puede encontrar en panaderías locales, muchos recuerdan la versión tradicional, elaborada en antiguos hornos de leña que aportaban al “pan casero” un sabor y textura únicos. Este pan es ideal para mojar en las gachas y forma parte de la experiencia de degustar este plato manchego.
Receta tradicional y variantes
La receta original de las gachas consistía únicamente en manteca (grasa de cerdo), harina de almortas o de pitos, agua y sal. Con el tiempo, se le añadieron ingredientes como pimentón o cornacho rojo seco triturado, que aportan color y un toque de sabor extra. Aunque sigue siendo un plato humilde, hoy en día existen diferentes variantes, y muchos añaden trozos de carne o chorizo que enriquecen aún más esta receta tradicional.
Otras “comidas de cuchara” para el invierno en el Campo de Calatrava
Además de las gachas, en el Campo de Calatrava se preparan otros guisos y potajes que han pasado de generación en generación. Estos platos no solo son un reflejo de la gastronomía de la región, sino que también representan la identidad cultural y el ingenio de las familias que, con ingredientes simples, lograban crear auténticas delicias. Los potajes de garbanzos o judías, los cocidos y las sopas castellanas son algunos ejemplos de la riqueza culinaria de la comarca, ideales para disfrutar en los meses de frío.
Un viaje al pasado con cada bocado
Cada cucharada de estos platos nos transporta a la niñez, al regreso del colegio, donde el aroma de la comida recién hecha llenaba la casa. La preparación y el ritual de estos platos constituyen una experiencia completa, que va más allá de los ingredientes, y que permite recordar momentos en familia. Para aquellos que aún no han probado las gachas, este es el momento ideal para dejarse llevar por la gastronomía del Campo de Calatrava y saborear una de las tradiciones más queridas de la región.
¿Te animas a probarlas? ¡Si no has probado las gachas manchegas, no sabes lo que te pierdes!
Receta de las “Gachas de Pitos”
Ingredientes
- Harina de Pitos o Almortas (1 cucharada por persona)
- Agua (1 vaso por cada cucharada de harina)
- 1 Pimiento rojo seco (cornacho)
- Ajos
- Panceta troceada en trozos pequeños
- Chorizo en trozos pequeños (optativo)
- Tostones (trozos de pan en dados)
- Aceite de oliva
- Sal
Preparación
Calentamos el aceite de oliva en una sartén y en el freímos primeramente el “cornacho” (pimiento rojo seco), con cuidado, a fuego lento para que no se queme. Una vez frito, lo apartamos y reservamos.
A continuación procedemos a freír la panceta (y el chorizo si se opta por este ingrediente también), que previamente habríamos cortado, hasta que esté dorada, o a nuestro gusto. Apartamos y reservamos.
Freímos los dientes de ajos, enteros a los que les habremos hecho un corte transversal, en cantidad al gusto (aproximadamente una cabeza de ajos), hasta que estén dorados por dentro. Apartamos y reservamos.
Seguidamente freímos los “tostones” (trozos de pan en dados a ser posible un poco duro para que no se desmenuce el pan) a fuego lento para que no se quemen, hasta que estén doraditos y crujientes. Apartamos y reservamos.
Ya con todos los ingredientes fritos y con el aceite aún caliente, pero apartando la sartén del fuego o a fuego muy lento, procedemos a echar una generosa cucharada sopera de harina de pitos o de almortas por cada comensal, y la freímos cuidadosamente, removiendo para que no se queme, hasta que veamos que está.
Seguidamente echamos tantos vasos de agua como cucharadas de harina hayamos echado anteriormente. Damos el punto de sal. Trituramos el “cornacho” (pimiento rojo seco) frito y lo echamos dentro de la sarten. Removemos continuamente a fuego un poco más vivo hasta que rompa a hervir, y que veamos que van cogiendo consistencia y textura, quedando un poco espesas o a gusto de cada uno.
Una vez llegado a ese punto, nuestras gachas estarán hechas! Es el momento de apartar la sartén del fuego y verter sobre las gachas todos los ingredientes que teníamos reservados (ajos, panceta, chorizo, tostones…) y ya se puede empezare a comer!
Buen provecho!!