Ciudad Real se vistió de gala el pasado sábado de feria con un concierto que fusionó la magia del cine y la majestuosidad de la música clásica en un evento que ya se está consolidando como un imperdible en la programación festiva de la ciudad. La Orquesta Filarmónica de La Mancha (OFMAN), bajo la dirección de Francisco José Moya, volvió a hacer historia con un concierto al aire libre en la icónica Fuente de La Talaverana, reuniendo a cerca de 700 personas que se deleitaron con las más emblemáticas bandas sonoras del séptimo arte.
El concierto, que comenzó puntualmente a las 22:00 horas, ofreció un repertorio que hizo viajar a los asistentes por los recuerdos más entrañables del cine y la televisión. Desde la épica banda sonora de “El Último Mohicano” hasta la emotiva “La Bella y la Bestia”, pasando por las nostálgicas notas de “Forrest Gump”, las aventuras de “Aladdin” y la intensa interpretación de “Los Miserables” con un destacado solo del talentoso Daniel Báñez. Durante casi dos horas, la OFMAN logró que el público vibrara con cada interpretación, consolidando una noche que quedará en la memoria de todos los presentes.
El concejal de Cultura, Pedro Lozano, no dudó en subrayar la importancia de este evento, destacando cómo “un evento de este tipo, que acerca la música clásica a través del cine, es una auténtica delicia”. Lozano resaltó además que este concierto reafirma el compromiso de Ciudad Real con una feria de calidad, que no solo celebra las tradiciones populares, sino que también abre espacios para la cultura y el arte en su máxima expresión.
Por su parte, el director de la OFMAN, Francisco José Moya, se mostró emocionado de poder dirigir este concierto, que marca el número 50 en la temporada actual de la orquesta. Moya señaló que siempre es un placer tocar en Ciudad Real y en un entorno tan significativo como la Fuente Talaverana, añadiendo que para esta ocasión había preparado algunas sorpresas con nuevas canciones de cine y anuncios de televisión, en un esfuerzo por reinventarse y ofrecer algo único a los asistentes.
La noche culminó con ovaciones y aplausos, dejando claro que la música, cuando se combina con el cine, tiene el poder de tocar el alma. Este concierto no solo reafirma el éxito de la primera edición, sino que también sienta las bases para que se convierta en una tradición anual en la feria de Ciudad Real, llevando la música clásica y la cultura a todos los rincones de la ciudad.