El Palacio de la Diputación Provincial de Ciudad Real fue el epicentro de un emotivo y simbólico acto institucional con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmemoración que busca visibilizar y combatir esta lacra social. Representantes de distintas administraciones, encabezados por el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, y la concejal de Igualdad, María José Escobedo, se unieron en un evento que destacó la importancia de la unidad y la acción colectiva para erradicar la violencia de género.
Un homenaje a las víctimas y un llamamiento a la reflexión
La jornada comenzó con un gesto solemne: un minuto de silencio en memoria de las 41 mujeres asesinadas en España en lo que va de 2024, así como de los menores que perdieron la vida a causa de la violencia vicaria. En el centro del acto, un ramo de 41 rosas malvas rindió homenaje a estas mujeres, acompañado por un ramo más pequeño dedicado a los niños. Este gesto fue acompañado por la lectura del manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), que hizo hincapié en la necesidad de un compromiso social para acabar con este problema estructural.
El presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Valverde, subrayó la trascendencia de este día como una oportunidad para renovar el compromiso colectivo contra la violencia machista, calificándola como una “realidad dolorosa y persistente”. Destacó las alarmantes cifras: desde 2003, más de 1.249 mujeres han sido asesinadas en España, y este año 24 niños han quedado huérfanos.
Educación y unidad: las claves para el cambio
Valverde resaltó la importancia de la educación en la infancia y la adolescencia como herramienta clave para prevenir la violencia desde su raíz. “Es preciso promover una cultura de respeto y solidaridad desde edades tempranas”, afirmó, instando a instituciones educativas a reforzar programas que promuevan la igualdad de género. Asimismo, hizo un llamado a la unidad institucional, recordando que esta lucha no debe verse limitada por diferencias ideológicas: “La dignidad y los derechos de las mujeres son valores innegociables”.
El acto también sirvió para poner en valor la labor de los cuerpos de seguridad del Estado y de las entidades sociales que apoyan a las víctimas. Desde la Diputación, se destacó la gestión de una casa de acogida para mujeres y sus hijos, como ejemplo del compromiso con políticas de protección y asistencia.
Arte y música para visibilizar el dolor y la esperanza
La emotividad del evento se amplificó con la interpretación del monólogo “Ferocidad”, que ofreció una perspectiva íntima del impacto devastador de la violencia de género. Además, la música desempeñó un papel crucial: canciones como “Puerta Violeta” de Rozalén, “Ni una más” de Aitana, y “Que nadie calle tu verdad” de Manuel Carrasco resonaron con fuerza, simbolizando tanto el dolor como la esperanza de las víctimas.
La vicepresidenta segunda de la Diputación, Sonia González, destacó que la música y el arte “no solo apelan a la emoción, sino que inspiran a la acción colectiva para construir una sociedad libre de violencia”.
Un mensaje para toda la sociedad
En representación de las distintas administraciones, Francisco Cañizares, junto con Blanca Fernández, delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y David Broceño, subdelegado del Gobierno en la provincia, reafirmaron el compromiso de trabajar conjuntamente para combatir esta problemática.
“Es nuestra responsabilidad como sociedad prevenir, denunciar y actuar contra la violencia de género”, señaló Cañizares, haciendo énfasis en que la lucha contra esta lacra no se limita a las instituciones, sino que requiere la implicación de todos los sectores.