Como cada 22 de agosto, Ciudad Real ha mostrado una vez más su profunda devoción a la Virgen del Prado durante la solemne función religiosa celebrada a mediodía en la Catedral. Este acto, con motivo de la Octava de la Patrona, ha congregado a numerosos fieles que prácticamente han llenado el templo, reafirmando así la arraigada tradición que une a los ciudadrealeños con su patrona.
Entre los asistentes se destacaron figuras clave de la vida política y social de la ciudad, incluyendo al alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, y al primer teniente de alcalde, Ricardo Chamorro, así como una amplia representación de la corporación municipal. También estuvieron presentes el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Ángel Valverde, autoridades civiles y militares, además del Pandorgo y la Dulcinea de 2024, símbolos vivos de las tradiciones de la ciudad.
La misa concelebrada, que contó con la predicación de Rafael Melgar Martín-Fontecha, párroco in solidum de Santiago, se enriqueció con la participación de la Coral Santísima Trinidad de Torralba de Calatrava, cuyo canto elevó el espíritu de los presentes, tal como ocurrió en la celebración del pasado 15 de agosto.
El presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, aprovechó la ocasión para felicitar a todos los ciudadanos de Ciudad Real por el éxito de unas fiestas que han transcurrido sin incidentes. Valverde subrayó cómo los actos religiosos y lúdicos de las festividades, iniciadas el 14 de agosto, han servido para reforzar la identidad de la capital, a través de sus costumbres y tradiciones.
Este año, las celebraciones han tenido un matiz especial debido a la reciente fusión de las dos asociaciones vinculadas a la Patrona, dando lugar a la Real e Ilustre Hermandad y Corte de Honor de Nuestra Señora la Virgen del Prado Coronada, una entidad que ahora agrupa a más de 2.500 miembros. Esta unión simboliza la fuerza y cohesión de la devoción ciudadrealeña hacia su Virgen, consolidando su papel central en la vida religiosa y cultural de la capital.
La jornada culminará con la solemne procesión de la Virgen del Prado, que recorrerá las calles de Ciudad Real en un acto que pondrá el broche de oro a la Feria y Fiestas de la ciudad, cerrando así un capítulo más de esta rica tradición que cada año renueva los lazos entre los ciudadanos y su Patrona.
