El Paraninfo Luis Arroyo de la Universidad de Castilla-La Mancha fue el epicentro de la emoción y la esperanza el pasado sábado, al acoger el primer ejercicio del concurso-oposición para la provisión de 30 plazas de bombero, incluidas en la Oferta de Empleo Público (OEP) de 2022. De los 436 aspirantes admitidos, 361 se presentaron a la prueba teórica, incluyendo 14 mujeres, y la jornada transcurrió sin incidencias, marcando el inicio de un proceso selectivo riguroso y exigente.
Esta convocatoria, aprobada por el Consorcio del Servicio Contra Incendios y Salvamento (SCIS) en febrero, permitirá cubrir las plazas en los parques de diversos municipios: Puertollano (7 plazas), Alcázar de San Juan (3), Almadén (3), Daimiel (4), Manzanares (5), Tomelloso (4), Valdepeñas (2) y Villanueva de los Infantes (2). Estos nuevos bomberos serán fundamentales para reforzar el servicio y garantizar la seguridad en estas localidades.
El proceso selectivo consta de cuatro fases: oposición, concurso, reconocimiento médico obligatorio y excluyente, y curso selectivo de formación. Los aspirantes deben cumplir una serie de requisitos estrictos: tener la nacionalidad española, haber cumplido los 16 años, poseer el Título de Bachiller o equivalente, contar con el permiso de conducción de clase C, haber pagado las cuotas de inscripción, no padecer enfermedades que incapaciten para el puesto, y cumplir con las condiciones físicas y psíquicas necesarias para desempeñar las funciones propias del cargo.
Un futuro prometedor para los aspirantes
La oportunidad de formar parte del cuerpo de bomberos es un sueño para muchos, y la dedicación de los 361 aspirantes que acudieron a la prueba teórica refleja la pasión y el compromiso con esta vocación. Entre ellos, 14 mujeres se presentaron, subrayando la creciente diversidad y la inclusión en una profesión tradicionalmente dominada por hombres.
La Universidad de Castilla-La Mancha ha jugado un papel crucial al proporcionar un espacio adecuado y seguro para el desarrollo de esta prueba, asegurando que todos los aspirantes pudieran demostrar sus conocimientos sin contratiempos. Este primer paso en el proceso selectivo es solo el comienzo de un viaje desafiante, pero gratificante, hacia el servicio público y la protección de la comunidad.
Para aquellos que continúen avanzando en el proceso, la siguiente fase será el concurso, donde se evaluarán méritos adicionales. Posteriormente, los candidatos deberán someterse a un riguroso reconocimiento médico para asegurar que están aptos para las exigentes demandas físicas y psíquicas del trabajo de bombero. Finalmente, un curso selectivo de formación pondrá a prueba y perfeccionará las habilidades de los aspirantes, preparando a los mejores para integrar el cuerpo de bomberos.