Por primera vez en su rica historia, el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro ha puesto bajo la lupa su verdadero impacto, y los resultados son espectaculares: cada euro invertido en este evento cultural genera un retorno de más de tres euros en la economía regional. Este estudio independiente no solo valida una intuición de años, sino que consolida al Festival como un pilar fundamental para el desarrollo económico, social y cultural del territorio.
El exhaustivo estudio, llevado a cabo por la Universidad de Castilla-La Mancha con el apoyo de la Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, revela un impacto total que supera los 4,2 millones de euros durante la 47.ª edición de 2024. A través de una robusta metodología de Estudios de Impacto Económico (EIE), basada en 555 encuestas y un análisis detallado de los datos financieros del Festival, se ha logrado trazar un mapa de retorno claro y contundente, demostrando que apostar por el teatro clásico es, sin lugar a dudas, invertir en el desarrollo sostenible de toda una región.
Más que público, más que espectadores: Un valor incalculable
El perfil del asistente al Festival de Almagro es revelador y habla por sí solo. Se trata de personas con estudios superiores (76%), mayoritariamente mujeres (56%), con una edad promedio entre 46 y 55 años. La fidelidad es notable, ya que más del 66% había asistido en ediciones anteriores. Pero más allá de las cifras, lo verdaderamente impactante es la motivación detrás de su asistencia: más del 55% encuentra en el teatro un refugio emocional, el 44% lo ve como una vía de aprendizaje, y el 42% como una fuente de inspiración.
Como bien subraya Irene Pardo, directora del Festival, “El Festival de Almagro no es solo una cita cultural, es una necesidad vital. Que tantas personas encuentren en Almagro un espacio para pensar, sentir y crecer, nos impulsa a seguir ampliando horizontes”. Esta visión resalta la profunda conexión emocional y el enriquecimiento personal que el Festival ofrece a sus visitantes.
El retorno económico: Cifras que hablan por sí solas
El impacto económico total asciende a 4.191.303,31 euros, una cifra que se desglosa en tres efectos clave:
- Efecto directo (gasto de la organización): 2.886.767,76 €
- Efecto indirecto (gasto de asistentes): 124.618,55 €
- Efecto inducido (actividad económica generada): 1.179.917,00 €
El gasto medio diario de un turista cultural en Almagro se sitúa en 231,40 euros, lo que demuestra la alta capacidad del Festival para atraer visitantes de calidad y generar un consumo significativo en la localidad.
Juan Antonio Mondéjar, Catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha y coordinador del estudio, enfatiza la trascendencia de estos hallazgos: “Estos resultados demuestran que el Festival no solo produce cultura: produce economía, empleo y reputación territorial. Es un ejemplo de cómo la inversión cultural tiene efectos multiplicadores muy por encima del promedio. En el ámbito turístico, el Festival produce unos resultados espectaculares desde el punto de vista del comportamiento de los visitantes a Almagro”.
Un motor turístico y territorial con potencial ilimitado
El Festival de Almagro no solo llena butacas; dinamiza toda la economía local. Un impresionante 59% de los asistentes se alojó en Almagro, y un abrumador 99% recomendaría la ciudad como destino cultural. Esto significa que el Festival activa hoteles, comercios, restaurantes, artesanos y librerías, tejiendo una red económica que beneficia a múltiples sectores.
El estudio también arroja luz sobre un potencial aún mayor. El público del Festival demanda más: desde más actividades diurnas hasta una mejor oferta gastronómica (con especial énfasis en opciones vegetarianas y veganas) y experiencias complementarias. La posibilidad de ampliar la programación, fortalecer la red internacional y extender sus beneficios a todo el Campo de Calatrava es un horizonte tangible con una mayor dotación de recursos. El impacto, como se demuestra, no es solo económico, sino también educativo, simbólico y emocional.
“Cada julio demostramos lo que podemos hacer con los medios que tenemos. Imaginen si tuviéramos los recursos que merece este Festival”, añade Pardo, dejando abierta la puerta a un futuro aún más próspero.
Una política cultural basada en la evidencia: Invirtiendo en futuro
Este informe no es un mero reconocimiento; es una herramienta vital. Se convierte en una hoja de ruta para optimizar la gestión del Festival, orientar políticas públicas y justificar con datos contundentes lo que el Festival de Almagro ya demuestra cada julio: que invertir en teatro clásico es, indudablemente, invertir en el futuro.
Los datos se hicieron públicos en una rueda de prensa en el Palacio de Valdeparaíso, Almagro, con la presencia del rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Julián Garde. “Asistir al Festival de Almagro, cada año, es para mí mucho más que un compromiso institucional: es una cita con la emoción, con la belleza del teatro clásico y con el firme convencimiento de que la cultura transforma territorios, miradas y conciencias”, afirmó Garde. “Este Festival se ha convertido en un espacio donde la universidad encuentra su escenario natural: un lugar donde el conocimiento se representa, se comparte y se vive”.
Además, durante el acto, se presentaron las diversas actividades formativas que la UCLM ofrecerá este año en el marco del Festival: las XLVIII Jornadas de Teatro Clásico, el IV Encuentro de teatro clásico y educación, y el curso de verano ‘Almagro en dos actos: Festival de Teatro y Estrategia Turística’. La colaboración se extiende también al proyecto de mediación cultural ‘Tejiendo el Siglo de Oro’, que culminará en ‘EL PICAO+’, desarrollado junto a las encajeras de Almagro.
El Festival de Almagro se erige así como un claro ejemplo de cómo la cultura, cuando se mide y se gestiona con visión, puede ser un poderoso motor de transformación y prosperidad para toda una región.