El Ayuntamiento de Ciudad Real, a través de su concejal de Seguridad Ciudadana y primer teniente de alcalde, Ricardo Chamorro, ha defendido la “total responsabilidad” con la que ha actuado desde el inicio de la fiesta no autorizada que tuvo lugar en terrenos del aeropuerto de la ciudad. Este evento, que comenzó la noche del 31 de diciembre y se prolongó durante una semana, congregó a más de 5.000 personas en una concentración ilegal que generó preocupaciones en materia de orden público y seguridad.
Chamorro ha informado en rueda de prensa sobre los últimos movimientos realizados para poner fin a esta rave, destacando que la administración local adoptó una postura cautelosa “para evitar problemas mayores”. Se presentaron cerca de 70 denuncias —aunque los datos son todavía provisionales— y se registró una detención por presunto intento de violencia. Además, el concejal solicitó formalmente el desalojo del evento a la Subdelegación del Gobierno en la mañana del sábado, subrayando la necesidad de actuar con prudencia ante una situación tan delicada.
Actuación responsable del Ayuntamiento
Desde el primer momento, el Ayuntamiento de Ciudad Real adoptó una estrategia basada en la prevención y el control. “Este tipo de fiestas ilegales son un problema de orden público”, aseguró Chamorro, quien también expresó su preocupación por los riesgos asociados al consumo de alcohol y drogas durante varios días. El concejal alertó sobre el peligro adicional que representan estas actividades en las carreteras, donde podrían derivar en accidentes graves.
El edil también destacó el carácter ilegal de este tipo de concentraciones, enfatizando que las autoridades municipales han sido “muy críticas” con este tipo de eventos sin control. Para garantizar la seguridad y minimizar los impactos negativos, el consistorio trabajó en coordinación con otras administraciones y cuerpos de seguridad.
Denuncias y medidas legales
Hasta el momento, se han tramitado unas 70 denuncias relacionadas con la rave, que incluyen infracciones por consumo de sustancias y alteración del orden público. Además, se confirmó una detención por un presunto intento de violencia, demostrando la gravedad de algunos de los incidentes ocurridos durante el evento.
Las autoridades locales han subrayado que la cifra de denuncias podría aumentar a medida que se completen las investigaciones. “La colaboración entre los distintos órganos de seguridad ha sido clave para gestionar esta situación con responsabilidad”, afirmó Chamorro.
Crítica a las fiestas ilegales
Ricardo Chamorro también aprovechó para criticar duramente este tipo de concentraciones, calificándolas como eventos que generan riesgos innecesarios para la ciudadanía y el entorno. “Estas fiestas no solo suponen un problema de orden público, sino también un peligro latente en nuestras carreteras”, destacó. Además, hizo hincapié en la necesidad de sensibilizar a la población sobre los peligros asociados a las raves y de reforzar las medidas legales para evitar su proliferación en el futuro.
Balance final
El evento ha dejado un balance de importantes intervenciones por parte de las autoridades, quienes actuaron con cautela para evitar una escalada de problemas. Desde el Ayuntamiento de Ciudad Real han asegurado que seguirán trabajando para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la legalidad en el municipio.
Mientras tanto, la ciudad analiza las lecciones aprendidas de este incidente y refuerza su compromiso con la seguridad ciudadana y la lucha contra las actividades ilegales. La firme actuación del Ayuntamiento y la colaboración entre administraciones reflejan la importancia de una respuesta coordinada ante este tipo de desafíos.
