Almagro se prepara para vivir con intensidad una de sus festividades más emblemáticas: la Santa Cruz 2025, que tendrá lugar el próximo sábado, 3 de mayo, en la popular Calle Bolaños. Este evento, de profundo arraigo cultural y religioso, renace cada año gracias al esfuerzo incansable de la Asociación Cultural Vecinal Santa Cruz de Almagro, en colaboración con el Ayuntamiento de Almagro.
La celebración, que durante más de ocho años permaneció en el olvido, resurgió con fuerza en 2016 gracias al compromiso vecinal por preservar las tradiciones locales. Actualmente, de las numerosas cruces que antaño adornaban la localidad, solo la Cruz de la Calle Bolaños ha sobrevivido al paso del tiempo, y se ha convertido en símbolo de resistencia cultural y devoción popular.
Raíces que perduran
En sus orígenes, esta festividad estaba organizada por la histórica Cofradía de la Vera Cruz, pero es ahora la Asociación Cultural Vecinal la que mantiene viva esta llama, convirtiendo la Calle Bolaños en epicentro de la alegría, la tradición y el reencuentro comunitario.
La jornada comenzará a las 12:00 h con el solemne acto litúrgico de Adoración a la Santa Cruz, un momento cargado de espiritualidad que abre paso al festejo más lúdico durante el resto del día.
Verbena, fuegos artificiales y mucho sabor local
A partir de las 22:00 h, la música será la gran protagonista con la actuación de la Orquesta Evolution Show, que llenará de ritmo la noche almagreña. Como broche de oro, un gran surtido de fuegos artificiales iluminará el cielo de Almagro.
Durante toda la jornada, la Calle Bolaños contará con servicio de repostería y la ya tradicional venta de cruces. Uno de los momentos más esperados será, sin duda, el sorteo de la Cruz de nata GIGANTE, un clásico que endulza la noche y genera expectación entre los asistentes.
Más que una fiesta: una declaración de identidad
La Santa Cruz de la Calle Bolaños es mucho más que una festividad. Es una manifestación viva del patrimonio cultural de Almagro, un canto a la identidad vecinal y una muestra del poder de la colaboración ciudadana. El pueblo se une, recuerda su historia y la celebra con alegría, devolviendo a las calles ese espíritu colectivo que las nuevas generaciones están aprendiendo a valorar y conservar.