Almagro, tierra de historia y arraigadas tradiciones, una vez más demuestra su compromiso con su legado cultural. La noche del 30 de abril, como cada año, la ciudad se iluminó con la magia de los mayos y cruces, una celebración que une a la comunidad en un canto festivo y emotivo en honor a sus raíces.
Los “mozos” de la Asociación Folklórica “Tierra Roja” de Almagro y la Asociación “Campos de Calatrava” fueron los encargados de llevar adelante esta centenaria tradición. La velada comenzó con el canto mayero en el Santuario de la Virgen de las Nieves, patrona de la localidad, y en la Ermita de San Pedro, donde las coplillas resonaron en honor a la Cruz y a las mozas de la hermandad.
A pesar de una inesperada lluvia, que retrasó parte de la celebración, el espíritu festivo de los almagreños no se apagó. La determinación de preservar sus tradiciones fue evidente cuando los miembros de la asociación folclórica, tras un breve parón, continuaron su recorrido hasta la Ermita de Santa Ana.
La Plaza Mayor de Almagro, centro neurálgico de la ciudad, fue testigo de un emocionante momento cuando Tierra Roja entonó los mayos bajo los soportales. La lluvia, lejos de detener la celebración, añadió un aura mágica a la velada, resaltando la determinación y el amor de la comunidad por sus costumbres ancestrales.
La Cruz, que preside la plaza durante todo el mes de mayo, fue el centro de atención de los cantos, recordando así la importancia de esta tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos. Almagro, con su esencia única y su dedicación a sus raíces, continúa siendo un faro de cultura y tradición en la región.
