Almagro Noticias.- El Ateneo de Almagro disfrutó el pasado sábado de una visita cultural muy especial en su propia localidad, desplazándose a la Iglesia de San Agustín, obra cumbre del Barroco en la provincia de Ciudad Real, que ha sido recientemente restaurada. El Dr. Enrique Herrera Maldonado, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Castilla- La Mancha, fue el encargado de guiar a los ateneístas durante el recorrido por la Iglesia.
Enrique Herrera comenzó la explicación en la portada del edificio, donde aportó varios datos sobre el contexto en el que se fue contruida Iglesia de San Agustín, que realmente es la Iglesia del Santísimo Sacramento, puesto que pertenece a la Fundación del Convento de Agustino Recoletos, conocido con el nombre del Santísimo Sacramento. Esta fundación privada corresponde a la Familia de los Figueroa, que se instaló en Almagro en la década de los 30, construyendo grandes edificios en el centro de la Ciudad. En cuanto al arquitecto, Herrera explicó que no hay nada claro, pero posiblemente fuese Fray Francisco San José quien revisase las obras o diera las trazas de este edificio.
Tras una breve explicación de la portada, construida en arenisca y piedra caliza, los visitantes entraron al interior del edificio, donde el profesor comenzó hablando de la estructura del edificio, que tiene una planta de cruz latina. En este sentido, aclaró que se trata de una Iglesia Congregacional, de una sola nave con capillas laterales conectadas entre sí y un crucero espectacular cubierto por media naranja sobre pechinas y un pequeño transepto.
En este punto, se habló también sobre la pintura mural que cubre toda la Iglesia. Enrique Herrera explicó que estas pinturas están pensadas para persuadir y envolver los sentidos del espectador y llevarlo donde se quiere. Estas pinturas probablemente hayan sido llevadas a cabo por monjes de la Orden o por Talleres Locales.
Según la explicación, la Iglesia está llena de elementos alusivos a San Agustín y a la propia orden, así como episodios importantes de la vida de San Nicolás. Uno de los elementos más característicos es la bóveda, dedicada a San Agustín en cuatro momentos clave: el primer lienzo, representa la adoración del Santísimo Sacramento, el segundo representa el éxtasis tras ser infundido por el Espíritu Santo y ser sorprendido por un impresionante ángel, el tercer lienzo corresponde al momento en que San Agustín vence a las Herejías con sus escritos y, por último, San Agustín entregando su regla a las Órdenes Religiosas y Militares que la van a seguir.
En cuanto al Transepto, se centra en dos momentos clave de la vida de San Agustín:el primero de ellos, San Agustín lavando a Cristo como peregrino y el Misterio de la Santísima Trinidad. Otro de los momentos claves están en la cúpula y el crucero con un sentido microcósmico. En la cúpula están representados los Santos Agustinianos que mantienen la Iglesia pero también la Orden
Finalizando la visita, se dieron también algunos detalles sobre el Retablo, acorde con todo el programa de la época, y el Camarín, un elemento decorado con Capiteles Corintios, que representa la unión de cielo y tierra.
Los ateneístas terminaron su visita en el Coro de la Iglesia, donde el profesor añadió que seamos conscientes de nuestro patrimonio como almagreños y dejemos un buen legado a las próximas generaciones, puesto que “conocer es conservar”. José Antonio Prieto, presidente de la institución, aprovechó este momento, para agradecer a Enrique Herrera su entusiasmo en las explicaciones. “Ha sido una visita apasionante, nos has permitido ver esta joya del Barroco con los ojos del conocimiento para valorar y disfrutar lo que tenemos con otra proyección”, afirmó el presidente. Además, finalizó su intervención hablando del interés del Ateneo por la conservación del Patrimonio de Almagro. “Esta sensibilidad y preocupación existe desde hace 22 años, por eso, el Ateneo de Almagro integra en su sección de historia y patrimonio este tipo de iniciativas”, añadió.
